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"Hay que poner orden", aseguraba Mila Ximénez hace un mes, cuando se sentaba de nuevo en el sillón del programa Sálvame Deluxe en el que colabora. Retomaba así su trabajo en televisión, aunque no ha finalizado aún el tratamiento que sigue contra el cáncer de pulmón que le diagnosticaron el pasado mes de junio. Con ganas de ir recuperando una cierta rutina, Mila se ha reencontrado con sus compañeros de la tele, mientras continúa con sus visitas periódicas al hospital donde se trata. Es a estas citas a las que no suele faltar su hija Alba Santana, su compañera incondicional en esta etapa que Mila afronta con optimismo. Así se ha podido ver a madre e hija en la clínica de la Luz, en Madrid, en la que entraron respetando las medidas sanitarias a las que obligan las circunstancias actuales.
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- Mila Ximénez reaparece en el plató y sorprende a todos sus compañeros
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Con mascarilla, llegaron al centro médico, donde permanecieron durante casi toda la mañana. A la salida ambas lucían gafas de sol. Alba, que tiene su residencia en Ámsterdam junto a su marido Aviv Miron, y sus dos hijos, se ha convertido en el gran apoyo de la colaboradora, con la que se reunió en junio cuanto se permitieron los desplazamientos tras el confinamiento obligado por la pandemia. "Ha sido maravilloso. Te da mucha fuerza", dijo Mila, tras dar aquel primer abrazo a su hija en varios meses.
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Un duro diagnóstico
En junio la colaboradora contó el diagnóstico que le habían dado los médicos tras hacerse unas pruebas, debido a las molestias que experimentaba. Le dolía mucho la espalda y una resonancia reveló la enfermedad que padece. Entre lágrimas, se confesó con ganas de enfrentarlo, aunque también con cierto miedo. "Lo supe el lunes y he pasado mucho miedo y lo sigo pasando, cuando me despierto de la siesta pienso que no es normal", señaló. Cerca de un mes después, a finales de julio, reapareció tras empezar las sesiones de quimioterapia.
"Tengo metástasis, está en los pulmones, en el hígado y más partes" dijo. Aunque estas palabras la asustaron, reiteró que está convencida de que esta guerra la va a ganar. Durante estos últimos meses han sido muchas personas en las que se ha refugiado la colaboradora. Compañeros y amigos como Belén Esteban, Chelo García-Cortés, Jorge Javier Vázquez y María Teresa Campos han estado pendientes de ella.