Selena Gomez jamás olvidará el año 2017, cuando a consecuencia del lupus tuvo que enfrentarse a un trasplante de riñón que le salvó la vida. Fueron durísimos momentos para la cantante dado que la situación se agravó al no dar con ningún donante compatible. Finalmente su amiga Francia Raisa se convertía en su ángel. La noticia llegaba a los medios gracias a una publicación de la propia Selena en sus redes sociales semanas después de la intervención, una vez estuvo recuperada. Fue un proceso que decidió vivir en la más estricta intimidad y que agradeció públicamente con una imagen en la que ambas aparecen tumbadas en la cama del hospital y agarrándose la mano. "Ella me ha hecho el regalo más importante", escribió la exchica Disney en aquellos días. Acaban de cumplirse tres años de aquello y ahora la intérprete de Lose you to love me acaba de recordarlo con un gesto que está dando la vuelta al mundo.
Selena Gomez ha querido hacer partícipes a sus seguidores de una imagen en la que muestra sin complejos la cicatriz de la delicada operación en su ingle. "Cuando me hicieron el trasplante de riñón recuerdo lo difícil que se me hizo al principio mostrar mi cicatriz. No quería que apareciese en las fotos así que usaba prendas que me la cubrieran. Hoy más que nunca me siento segura de quien soy y de lo que he pasado... y estoy orgullosa de eso", son las palabras con las que ha acompañado la instantánea, que pertenece a una campaña de trajes de baño.
Para la ex de Justin Bieber no solo se ha hecho complicado mostrar las señales físicas del trasplante, también sincerarse abiertamente sobre aquella época, que marcó un antes y un después en su vida. No en vano, decidió retirarse de la esfera pública y dejar apartada la música durante un tiempo para centrarse en su bienestar mental y emocional. Poco a poco sigue desvelando los detalles y las consecuencias psicológicas que le ha supuesto su enfermedad. "Todavía lucho con la seguridad y será algo con lo que trabajaré siempre", aseguraba en una entrevista en Spotify.
Precisamente a colación del lanzamiento de su línea de belleza recientemente, la artista confesaba que se trata de un proyecto muy ligado a los problemas de autoestima a los que tuvo y tiene que hacer frente. Tal y como contaba en un vídeo en sus redes “he dejado de tratar de ser perfecta. Solo quiero ser yo. Quiero que todos dejemos de compararnos entre nosotros, y aceptemos nuestra singularidad. [...] Rare Beauty no se trata de cómo te ven otras personas, se trata de cómo te ves tú”. Mucho más serena y madura, la artista ha regresado definitivamente y triunfa con su disco Rare, su tercer álbum de estudio en solitario.