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No es la primera vez que Sara Carbonero pregona su amor por Madrid, ciudad en la que acaba de instalarse tras cinco años viviendo en Oporto con Iker Casillas y sus dos hijos, Martín y Lucas. En 2019, por San Isidro, compartió un precioso texto de Elvira Sastre sobre la ciudad y ayer publicó uno de Laura Riñón Sirera para apoyar públicamente a la capital en estos momentos tan complicados que atraviesa debido a la pandemia. "Cosas que leo y me gustan", dijo la periodista al reproducir este bonito texto.
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Madrid da la bienvenida sin preguntarte de dónde vienes. Se viste de largo para recibirte y alarga sus noches para que los recuerdos no te olviden. Madrid dibuja calles en mapas que no existen.
En Madrid los gatos vigilan tras las cortinas, observan a los que llegan para comenzar una vida. Muchos madrileños tienen un pueblo al que regresar, porque de allí salieron los familiares valientes que partieron años ha. En Madrid hay pijos y yonkis, barrios y barriadas, adoquines amarillos y calles Reales, putas, nostálgicos, trabajadores y gobernantes, ciclistas y patinetes. Churrerías y pinchos. Lujo y pobreza. Madrid es caos y desorden. Ruido y bullicio. Gin a cualquier hora, restaurantes con estrella o con cerveza en botella. Conciertos clandestinos y grandes recintos atestados de público, teatros con butacas de terciopelo rojo y salas diminutas, librerías y museos, galerías y artistas callejeros. Universidad y escuela. Bares y salas de fiesta.
Madrid aparece tras el mostrador cuando el turista llega. Todo lo que quieras, le dice, tenemos todo lo que puedas necesitar en esta vida o en cualquier otra.
Incluso el silencio.
Madrid también es silencio.
Y cobijo. Y refugio. Y escondite.
Es el lugar en el que se encuentran los amigos para toda la vida. Y los amores fugaces. Y los amantes invisibles.
Madrid ha dejado de ser Madrid de pronto. El aire pesado ralentiza el tiempo y las calles se llenan de nada, de vacíos y de desencuentros. Madrid está siendo castigada y ahora necesita que le devolvamos lo que nos ha dado, o parte de ello al menos. Porque Madrid volverá y será tan generosa como siempre lo fue. Nos recordará a los que no la abandonamos y nos lo agradecerá como sólo ella sabe hacerlo y volveremos a los «te acuerdas» que ahora no dejamos de mencionar por no poder crear nuevos recuerdos.
Le debemos parte de lo que somos, no la olvidemos ni la abandonemos.
Madrid nunca nos falló.
La publicación de Sara ha sido muy aplaudida por sus seguidores. "Tal cual. ¡Viva Madrid ahora y siempre!", ha comentado Susana Guasch. "¡Me encanta!", ha añadido Nira Juanco. Otros, como Máximo Huerta o Bibiana Fernández, han llenado la publicación de corazones para mostrar su amor por Madrid.
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Aunque Sara es de Corral de Almaguer, Toledo, se siente madrileña. La periodista comienza una nueva etapa en la ciudad donde se enamoró de Casillas hace más de una década. Madrid se convirtió en el escenario perfecto de sus primeras citas y ahora vuelven a pasear por sus calles, pero con Martín y Lucas, y con un amor mucho más maduro, sobre todo, tras haber superado juntos momentos tan complicados como los vividos hace un año, cuando él sufrió un infarto y ella un cáncer de ovario.
Sara se ha adaptado rápidamente a la ciudad y ya se ha reencontrado con algunas de sus mejores amigas, como Paula Echevarría. La periodista, a la que hemos visto acompañando a sus hijos al colegio, ha retomado con fuerza su trabajo en Slowe Love junto a Isabel Jiménez, sin embargo, por ahora no se sabe si entre sus planes se encuentra volver a la tele.
El futuro profesional de Casillas, por su parte, sigue siendo un misterio. Se ha retirado profesionalmente del fútbol y ha decidido no presentarse a la presidencia de la Federación Española de Fútbol. Según dicen, sus pasos podrían estar encaminados a ocupar el puesto de embajador del Real Madrid, pero él todavía no se ha pronunciado. De momento ha estrenado cargo como embajador para el turismo responsable.
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