“¡Irme de mi tierra! Mi familia está lejos. Los extraño pero, a la vez, eso me hace ser más fuerte y afrontar muchas cosas con entereza. Creo que eso lo heredé de mi madre”. Con estas palabras respondía Shaila Dúrcal hace unos años en las páginas de ¡HOLA! a la pregunta de cuál ha sido el mayor sacrificio que ha hecho para hacer realidad su sueño de ser artista. Con el arte corriendo por sus venas -algo que no es en absoluto extraño teniendo en cuenta que sus padres, Rocío Dúrcal y Junior, eran dos de las voces míticas de la música española-, la pequeña de la saga Dúrcal demostró desde que era niña una gran inquietud por este mundo. Debutó a los doce años en el programa musical Noches de gala y luego llegaron las giras con su madre Rocío Dúrcal por Estados Unidos y Latinoamérica, en las que colaboraba, una experiencia que la fue enriqueciendo como artista hasta que llegó el momento de coger el testigo.
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El calor de su familia y España, el mejor remedio para Shaila Dúrcal
En México, donde su madre era conocida como La Señora y donde se convirtió en un icono de las rancheras, Shaila lanzó su primer trabajo discográfico (en 2004). Era un mercado que conocía y decidió quedarse en el país azteca. “Todo fue gradual. Yo ya había grabado el primer disco, mi madre iba a trabajar, mi padre con ella, y de momento iban a ver cómo iba todo lo de la promoción. Empezó la promoción y me di cuenta de que ellos tenían que volver, pero que yo me tenía que quedar, tenía muchas entrevistas. Y me quedé” declaró a ¡HOLA! Tenía entonces 24 años y con el tiempo llegó a considerar el país como su casa. “Sí; de momento, sí; es mi nueva casa. He estado veinticuatro años viviendo en España y ahora llevo tres maravillosos en México. Para una persona es importante cambiar de aires y centrarte en lo que quieres hacer” contó en ¡HOLA!
Desde allí su éxito se ha extendido con el tiempo a diversos lugares, incluida España, donde siempre que tenía oportunidad se reencontraba con su familia. Junto a ellos afrontó la pérdida de la artista, que falleció en 2006. Poco después lanzó un álbum en el que versionaba los temas que hicieron famosa a la intérprete, titulado Recordando. “Ella estará feliz y llorando en alguna esquina. Mi madre estaba muy orgullosa de ver que yo seguía sus pasos. Creo que estaría contentísima y desde donde esté me ha dado mucha fuerza, me ha ayudado mucho” aseguró hace solo unos meses en el programa de Bertín Osborne.
Los recuerdos de una infancia feliz
La falta de su madre y la muerte de su padre Junior, en 2014, la marcaron. “Sufrí la pérdida más grande de mi vida” dijo un año después de la muerte de Rocío. “Ella es la fuerza interior que me mantiene en pie. A los cuatro días de luto sentí una presencia enorme que me impulsó contundentemente. Mi madre es el motor principal de este trabajo” aseguró. Cada poco tiempo les recuerda en sus perfiles sociales, rescatando retazos de un pasado – instantes cotidianos y de la infancia en la que sus padres estuvieron siempre presentes- que despierta su añoranza. “La echo de menos. Sabía que algo había mal, no sabíamos que era tema oncológico (…) Lloro diferente desde que perdí a mi madre, las lágrimas me caen como si fuera un río. Estábamos pasando por un dolor que no se puede explicar” le contó a Bertín. "Te echo mucho de menos" o "siempre en mi corazón" son las palabras que repite en sus perfiles cuando se refiere a Junior.
Después de vivir en México, Miami y Los Ángeles se instaló en Houston, donde reside actualmente con su marido Dorio Ferreira, con el que acaba de cumplir once años de matrimonio, y Aitana, la hija de este a la que considera como suya. “Estoy aquí por mi familia. Si hay algo que nos gusta es cambiar de casa. No tengo apego a los sitios donde he vivido. No sé si es porque perdí a mi madre y fue traumático verla en cada rincón” ha dicho. A pesar de estar lejos de su país y de sus hermanos y sobrinos, sus viajes a España son continuos. Promoción, conciertos y diversos compromisos profesionales, así como vacaciones, han sido una constante en estos casi veinte años, pues en España están sus raíces y esas vivencias que siempre lleva en el corazón.