Tras casi una década juntos, Natalia Vodianova y Antoine Arnault se han casado en una sencilla pero romántica boda celebrada en el ayuntamiento del distrito XVI de París, una preciosa edificación del siglo XIX. Ha sido la modelo quien ha compartido la noticia para sus seguidores desvelando las primeras imágenes en las que se aprecia el sencillo y vintage estilismo con el que ha dado el "sí, quiero", un traje de dos piezas con hombreras y cuello baby doll que no pasa desapercibido. A la salida del edificio han sido recibidos por sus invitados con una lluvia de pétalos blancos, que han caído sobre la pareja feliz y sonriente que caminaba de la mano.
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Después de nueve años de sólida y discreta relación, la pareja decidió en enero que había llegado el momento de dar un paso al frente y convertirse en marido y mujer, una boda que preparaban con emoción y mucho entusiasmo pero cuyos planes se vieron trastocados por la COVID-19. "Este año ha sido hermoso y muy memorable. 2020, aquí venimos. No puedo esperar a celebrar con nuestros seres queridos", decía junto a una imagen en la que, frente a un acantilado, abrazaba a su prometido y mostraba el anillo de pedida cuando anunciaban la feliz noticia.
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La modelo y el empresario toman esta decisión cuando ya son padres de dos niños, Maxim (de seis años) y el pequeño Roman (celebró en junio su cuarto cumpleaños). Además, ella aporta a la relación tres hijos mayores nacidos de su matrimonio con el lord británico Justin Portman, de quien se divorció en 2011: Lucas Alexander (que recientemente ha llegado a la mayoría de edad), Naya (13 años) y Viktor (12 años).
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En estos meses la familia al completo ha viajado por Francia para disfrutar del verano. Han estado en la zona costera de Sainte-Maxime, en la isla de Ouessant (en Bretaña), Ramatuelle (junto a Saint-Tropez) o Giverny (en Normandía), donde visitaron la casa museo de Claude Monet (donde pintó sus famosos nenúfares). El 1 de septiembre estaban de vuelta en París, donde viven, para el comienzo de curso de sus hijos. Natalia compartía con sus seguidores el primer día de colegio del pequeño, Roman, que no había derramado ninguna lágrima a pesar de la dificultad de la situación: "Estamos orgullosos de él por hacer lo correcto", escribía la modelo.
Su historia de amor
Los caminos de Natalia y Antoine se cruzaron en 2008 por motivos laborales -ella protagonizó una campaña de Louis Vuitton, firma en la que él ejercía como director creativo-, pero entonces ella estaba casada y no fue hasta años después, en 2011, cuando volvieron a encontrarse. La modelo recordaba en Vanity Fair que en su primera cita ambos se mostraron muy tímidos pero que supo que le gustaba el empresario cuando vio que era "un tipo normal". "Desde casi nuestra primera cita, ha sido un magnífico paseo en montaña rusa", confesó él a la revista estadounidense W.
Ella es una de las modelos mejor pagadas del mundo pero además compagina sus profesión con pinitos como presentadora y como actriz además de su fundación Naked Heart, que tiene como objetivo garantizar que cada niño en Rusia tenga una familia y un lugar seguro para jugar. Por su parte, Antoine dirige las marcas de zapatos de lujo de hombre Berluti (de la que es CEO) y Loro Piana (en donde es presidente).