Hacía meses que no veíamos a Pilar Rubio en El Hormiguero. Durante los peores momentos de la pandemia, cuando el equipo del programa se redujo al mínimo, no acudió a trabajar puesto que con su embarazo era considerada un potencial paciente de riesgo. Después fue madre, el pasado 26 de julio, y ha estado recuperándose y pasando tiempo con su pequeño, Máximo Adriano, adaptándose a su nueva vida con cuatro "gladiadores" -como ella y Sergio Ramos llaman a sus hijos- en casa. Ahora, bien entrado septiembre, la colaboradora ha vuelto al plató con tanta energía como la última vez que la vimos.
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Pilar ha vuelto al 100% a su puesto de trabajo en el programa de Pablo Motos, donde hace retos semanales con los que deja en shock a sus seguidores y todo el público. En los últimos años la hemos visto haciendo locuras como aguantar durante minutos bajo el agua, apagar una peligrosa lengua de fuego o saltar desde un cuarto piso, pero también ha habido otros menos físicos y más mentales, como el aprenderse todas las constelaciones. El de hoy, sin embargo, era una cuestión de habilidad física.
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"La última vez que te vi estabas embarazadísima", contaba Pablo Motos cuando entró Pilar en el plató después de la entrevista con los Javis y Paca la Piraña. "Y luego desaparecí", bromeaba la presentadora. "En este tiempo que no he estado estaba pensando cómo sorprenderte. Entonces me he metido en un mundo un poco más peligroso y entonces me he metido en la licencia de armas", ha confesado la colaboradora.
El reto de la tarde era con una impresionante ballesta con la que ha metido una flecha dentro de un agujero de ocho centímetros de diámetro desde una distancia de unos cinco metros. De esta manera conseguía meterla en un recorrido que terminaba apagando un fuego, dejando con la boca abierta a los tres invitados y también a Pablo Motos, que admitía estar contentísimo por tener de vuelta a su amiga y compañera de trabajo.
Pilar ha lucido un conjunto casual formado por una camiseta de tirantes negros, coleta pulida y falda vaquera desigual con botas de tipo cowboy. Un look que encajaba a la perfección con la peligrosa actividad que iba a desempeñar en su vuelta a la televisión. Y pese a los miedos de Pablo, los Javis y Paca por estar cerca de ella con un arma tan grande en su mano, ella se ha mostrado confiada y segura de sí misma.
La mujer de Sergio Ramos ha reiterado algo que ya dijo durante la presentación del pequeño a los medios, cuando dejaba claro que no tenía intención de ir a por la niña. Ballesta en mano, la colaboradora ha respondido a la pregunta de Pablo de si con el cuarto se plantaba y parece que no ha cambiado de opinión: "Esta vez sí", ha dicho, insistiendo en que esta vez ha tomado la decisión final.
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