No corren tiempos fáciles a consecuencia de la pandemia por coronavirus. A la situación sanitaria de envergadura mundial se le une una dura crisis económica que se está llevando por delante negocios y causando graves dificultades a muchas personas. Hay quienes hace tan solo unos meses gozaban de un puesto de trabajo aparentemente estable y hoy se ven en la obligación empezar de nuevo. Es el caso de Ángel Muñoz, ganador de Gran Hermano 11, que ha tenido que tomar la difícil decisión de poner su casa en alquiler y trasladarse a vivir a su furgoneta para salir adelante. Así lo ha revelado Kiko Hernández, quien se ha hecho eco de una carta del exconcursante en su blog, en la que cuenta todos los detalles de su nueva vida: "Os escribo esta carta con la intención de ser totalmente sincero y que conozcáis mi situación actual. Como sabéis el Covid obligó a nuestros gimnasios a cerrar y algunos perdimos nuestro trabajo, el de toda la vida, en mi caso mucho más que mi sustento, mi alimento vital".
Reconoce que no tiene trabajo ni recibe ningún tipo de ayuda, lo que le ha obligado a mirar por su "supervivencia y tomar decisiones que a priori no son fáciles, pueden sonar duras y que hay que ser valiente para tomar". Con el alquiler de su casa puede vivir y pagar facturas, pero a la vez, le permite "ser feliz". La gran motivación que le ha impulsado a dar un giro a su vida: "Vivir con lo poco que tenga pero vivir, cerca del mar y surfeando, hasta que el cuerpo aguante hasta que todo mejore, hasta que todo cambie, no tengo intención de volver a Madrid a vivir nunca".
Dar ese paso le ha costado "sudor, lágrimas y zozobra", pero quiere mandar con su carta un mensaje tranquilizador. "Estoy muy orgulloso de mí, sé que me va a ir bien y me siento muy tranquilo, en calma, y sobretodo feliz", explica en su carta. No en vano, aún mantiene la ilusión de emprender y por su cabeza planea un modo de combinar esta nueva situación con trabajar en aquello que más le gusta. "Estoy centrado en mi nuevo proyecto que será dar clases y formación en línea, desde clases de yoga y pilates colectivas y privadas como talleres de las diferentes disciplinas en las que soy especialista y tengo algo que aportar. (…) Ojalá pueda contar con al menos algunos de vosotros para este nuevo proyecto ya que de momento es mi única vía para poder ganarme la vida y sobre todo no dejar de tener contacto con lo que más me apasiona, que es la enseñanza y cómo no, ayudar a la gente".
Fue en enero de 2011 cuando Ángel Muñoz se convertía en ganador de Gran Hermano y se llevaba el maletín valorado en 350 mil euros. Una cantidad con la que ayudó a sus padres a asumir una hipoteca y de la que 50 mil euros fueron a parar a la ONG Global Humanitaria, cuya misión estaba centrada en ayudar a los damnificados del devastador terremoto de Haití de 2010. Fue el primer concursante de la historia del reality en donar parte del premio a una labor humanitaria. Más tarde Belén Esteban repetiría el gesto cediendo el total de su premio en Gran Hermano VIP a diferentes acciones solidarias.