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Paloma Cuevas está de enhorabuena. Ayer viernes cumplía 48 años, una fecha en la que recibió decenas de felicitaciones y muestras de cariño, que agradeció con una preciosa fotografía de su infancia en brazos de su madre y recibiendo las carantoñas de su padre, Victoriano Valencia. Paloma quiso disfrutar del día de su cumpleaños de la mejor manera posible: rodeada de un reducidísimo grupo de amigas, esas que tanto la quieren y han estado siempre a su lado. La cita se desarrolló en Madrid, en un ambiente íntimo, según ha podido saber ¡HOLA!
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Paloma, que ha vivido esta fecha tan solo unos días después de la vuelta al cole de sus hijas en Madrid y en un momento de cambios en el que se plantea pasar el curso escolar fuera de España, escogió disfrutar de la compañía de sus íntimas amigas con la máxima privacidad, no hubo celebración en ningún restaurante
Continuar con su vida de la forma más tranquila posible
Este es el primer cumpleaños de Paloma tras su separación del torero Enrique Ponce, con el que ha formado un matrimonio ejemplar durante casi veinticinco años y son padres de dos niñas, Paloma y Bianca. Después de todo lo vivido juntos, una ruptura es siempre dolorosa, y mucho más si se le añade la exposición pública y las especulaciones que han surgido alrededor de este asunto. Ese sería el motivo por el que Paloma Cuevas estaría pensando en alejarse del foco mediático para continuar su vida de la forma más tranquila posible, aunque está pendiente de la evolución de la situación sanitaria antes de tomar cualquier decisión sobre su futuro.
Pese a su separación, entre Paloma y Enrique ha habido siempre, y sigue habiendo, un gran cariño. Su relación es muy buena y están tomando de forma conjunta las decisiones que afectan a sus hijas, ya que están de acuerdo en proteger, por encima de todo, a su familia. Todavía está pendiente la firma de su divorcio, que, como ya publicó ¡HOLA! será de mutuo acuerdo y siempre pensando en la felicidad de sus dos hijas.
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