"Ahora estoy de retiro, atravesando el desierto más duro de mi vida donde solo veo piedras en el camino". Con estas palabras, Paz Padilla se despedía temporalmente de sus seguidores en las redes sociales tras la muerte de su marido Antonio Juan Vidal, víctima de un cáncer que le fue diagnosticado hace un año y medio. Ha pasado apenas un mes desde su triste despedida y la actriz ha decidido poner tierra de por medio para sobrellevar el que sin duda está siendo el verano más difícil de toda su vida. Aunque la presentadora no ha subido ninguna publicación a sus redes sociales recientemente, hemos podido conocer dónde se encuentra gracias a la persona que se ha convertido en su mayor apoyo durante este trance, su hija Anna Ferrer.
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La joven, que ha compartido con sus seguidores algunos de los momentos más destacados de sus vacaciones en Cantabria, publicaba en sus historias efímeras varios vídeos y fotografías que también ha dado pistas a sus followers acerca del paradero de Paz. En uno de estos post en los que Anna muestra bellos paisajes de Laredo, lugar hasta donde se ha desplazado para desconectar, la joven enseñaba la estampa del nirador El túnel, una parada obligada para los visitantes de la zona por su extraordinaria belleza. Con el tema de fondo Ojos Noche del dueto Elsa y Elmar, se aprecia a un grupo de turistas mirando al mar y una silueta que llamaba poderosamente la atención. Alejada del resto de personas, en las imágenes se ve con claridad la inconfundible figura de Paz mientras observa en silencio el romper de las olas.
El verano más triste para Paz
Paz está viviendo el verano más triste de su vida. Tras decir adiós a su madre, Dolores Díaz, fallecida a los 91 años de edad el pasado mes de febrero, la artista recibía el golpe más duro con la pérdida del que ha sido, como ella misma ha afirmado en múltiples ocasiones, el hombre de su vida. Solo tres semanas después del triste adiós a Antonio, moría la madre de este y suegra de la actriz, Ana Isabel Agarrado. Un complicado trance en el que Paz no está sola ya que, como hemos podido comprobar, la presentadora se está refugiando en su otro gran amor, el de su hija Anna que no la ha dejado ni un instante. Ella, junto con su novio, se han convertido en la sombra de la actriz durante los que sin duda serán los meses más duros para ella.
Anna Ferrer, de nuevo junto a su madre en el verano más difícil