La familia Douglas continúa disfrutando de los placeres de Mallorca. Juntos salieron a navegar en yate por las aguas cristalinas de este paraíso para seguir descubriendo enclaves únicos de la mayor isla de las Baleares. El matrimonio, acompañado de sus hijos, Dylan y Carys, disfrutaron de una jornada marinera, de sol, tranquilidad, baños en alta mar y playas salvajes. Hace apenas una semana todos juntos celebraban en su finca el 20 cumpleaños de Dylan, y además de sus padres, el joven recibía una cariñosa felicitación de su hermana, Carys, de 17 años, y de su otro hermano, Cameron, de 41, nacido del pimer matrimonio de Michael Douglas con Diandra Luker.
Siempre ha sido una familia muy unida y tras la perdida de Kirk Douglas, Michael y Catherine optaron por refugiarse con sus hijos en la costa española. Un mes después de su llegada, siguen aprovechando sus días de descanso en la isla balear disfrutando de pequeños placeres como navegar o tumbarse en la cubierta de la embarcación para descansar y broncearse. El actor, gran amante de esta isla, decidió comprar a su exmujer Diandra su parte de su espectacular finca de S’Estaca, situada en Valldemossa. Este año a diferencia de otros veranos Michael Douglas y los suyos han podido disfrutar de la mansión a tiempo completo tras comprar su parte de la propiedad.
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Cuando Douglas y Diandra se separaron acordaron que disfrutarían la villa por turnos durante seis meses al año. Un acuerdo que limitaba los viajes de Douglas y su familia a Mallorca porque se tenían que ceñir al calendario estipulado. A principios de este año el protagonista de Wall Street decidió comprar su parte de la vivienda a su exmujer para poder disfrutar de ella cuando quisiera y le retiró el cartel de 'se vende'. La mansión se encontraba a la venta desde 2014 por un precio de salida de 50 millones de euros, que con el paso de los años se fue rebajando hasta los 29 millones.
La casa, que fue propiedad del archiduque Luis Salvador de Austria, posee 77 hectáreas de terreno y más de 1.000 metros construidos en los que dispone de diez dormitorios con baño propio, una terraza abierta al mar con las mejores vistas, piscina, gimnasio, bodega, spa, su propio huerto, viñedos e incluso acceso privado al mar. La espectacular mansión ha sido escenario de rodajes en los últimos meses y puede verse con detalle en la serie de Netflix White Lines, la nueva ficción del creador de La casa de papel, Alex Pina.