El relato de Alyssa Milano cuando se contagió por el coronavirus es el mismo que viven muchos de los enfermos de Covid-19. "Nunca había estado tan enferma. Todo me dolía. Perdí el olfato. Sentí como si un elefante estuviera sentado en mi pecho. No podía respirar. No podía retener la comida en mí", contaba en sus redes sociales. Ahora, la actriz ha mostrado una de las consecuencias de haber pasado la enfermedad: la pérdida de cabello. Aunque los expertos no coinciden en que se trate de una secuela directa de la patología, sí creen que podría estar relacionada con la situación de estrés a la que los enfermos estaban sometidos. Somatizar un evento traumático puede derivar en efluvio telógeno, una condición en la que el cabello deja de crecer y finalmente se acaba cayendo.