Humberto Janeiro ha sido un hombre aquejado por problemas de salud desde que era apenas un niño. El padre de Jesulín de Ubrique, que ha fallecido a los 76 años, sufrió un accidente cuando tenía 9 años que le dejó con una minusvalía el resto de su vida. Tras una caída desarrolló un tumor no identificado en la cadera que fue tratado con punciones en el hueso para inyectarle penicilina y pasó tres años escayolado desde los pies al pecho. A pesar de la posterior rehabilitación, su pierna nunca llegó a quedar bien.
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Precisamente de la cadera tuvo que ser intervenido en 2015 tras un accidente de tráfico en el que viajaba de copiloto. Aunque en un primer momento el padre de Jesulín de Ubrique pudo salir por su propio pie del coche, posteriormente necesitó asistencia médica y finalmente pasar por el quirófano en el Hospital Comarcal Virgen de las Montañas, en la localidad gaditana de Villamartín. Hasta dicho centro se acercaron sus hijos para estar con él durante el tiempo que estuvo ingresado.
Otra articulación que le dio problemas al empresario fue la rodilla. De hecho en enero 2009 le fue implantada una prótesis. Tras recibir el alta, Humberto abandonaba las instalaciones con muletas y contaba que a pesar de estar un poco molesto, la operación había salido muy bien y que tendría que hacer rehabilitación. Meses más tarde, en concreto en septiembre del mismo año, al padre de Jesulín le implantaron un marcapasos en una intervención que no estaba programada y que fue un éxito. De hecho, el exmarido de Carmen Bazán abandonaba el centro hospitalario de Jérez de la Frontera al día siguiente. Dicha intervención se produjo pocos días después de que Humberto fuera hallado en su casa casi inconsciente al parecer a causa de un trombo cerebral parcial.
El corazón también le dio un pequeño susto al patriarca del clan Janeiro en noviembre de 2002. En concreto sufrió un amago de infarto, que el empresario calificó como un aviso de que debía cuidarse. Contaba por entonces que nunca antes había tenido problemas cardíacos, que lo único alguna subida de tensión que achacaba a ser una persona inquieta. Con lo que sí había tenido problemas poco antes, en agosto en concreto, fue con una hernia discal de la que tuvo que ser intervenido en la clínica Victoria Eugenia de Sevilla. Se daba la circunstancia que el ingreso se produjo una semana después de que Jesús Janeiro y María José Campanario se casaran. La pareja decidió retrasar su luna de miel para estar cerca en esos complicados momentos. En todas estas entradas y salidas de diferentes hospitales, Humberto Janeiro siempre ha estado arropado por sus hijos, que al igual que en sus últimos días, han estado pendientes de su estado de salud. En todas estas entradas y salidas de diferentes hospitales, Humberto Janeiro siempre ha estado arropado por sus hijos, que al igual que en sus últimos días, han estado pendientes de su estado de salud.
Antes de este último ingreso que tristemente el empresario no ha podido superar, en marzo de este año pasó por el quirófano para quitarse una pequeña verruguita, según explicó su actual pareja Camila Naranjo, que restaba importancia a la dolencia. "Tiene muchas cositas, pero está bien", afirmaba entonces. Tres días después era el propio Humberto, que llevaba una cura en la frente, el que afirmaba que estaba perfectamente.
El último adiós a Humberto Janeiro