La familia Janeiro está de luto. Humberto, el patriarca del clan, ha fallecido en el Hospital Universitario de Jerez de la Frontera en el que se encontraba ingresado los últimos días a causa de unas úlceras en el pie, consecuencia de la diabetes que padece, y que se le complicaron con una isquemia. Finalmente, el problema multiorgánico le llevó a un shock séptico que agravó considerablemente su estado de salud y le llevó incluso a la Unidad de Cuidados Intensivos. Junto a Humberto, han estado en todo momento sus hijos, Humberto, Jesulín, Carmen y Víctor, fruto de su extinto matrimonio con Carmen Bazán.
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Aunque en los últimos años su perfil mediático ha sido bajo -prácticamente como el del resto de la familia Janeiro-, lo cierto es que durante mucho tiempo tanto el patriarca como sus hijos coparon titulares de toda índole. Ambiciones, la finca que compró Jesulín de Ubrique cuando su fama como torero llegó a alcanzar cotas nunca antes imaginables, se convirtió en el centro neurálgico de las idas y las venidas del clan.
Luces y sombras de Humberto Janeiro
El padre de Jesulín de Ubrique nació el 1 de noviembre de 1943. Era el pequeño de cuatro hermanos -una de las cuales falleció siendo muy pequeña-. Con nueve años, sufrió un accidente que le marcó de por vida, produciéndole una minusvalía. Todo se debió a una travesura: se subió a una roca, se cayó y tuvo que permanecer tres años escayolado y sin apenas poder moverse. Además, llegó a desarrollar un tumor. Por aquel entonces, recibía las clases en casa. Tardó mucho tiempo en deshacerse de las muletas, pero lo hizo y, ya con 15 años, comenzó a trabajar en una fábrica, antes de tener su propio taller.
Conoció a la que fue su mujer casi por casualidad, en una tienda, y terminó contratándola en su taller. Humberto Janeiro emigró a Suiza y a su vuelta, su relación se consolidó hasta el punto de que Carmen Bazán se quedó embarazada. Eso evitó que la distancia volviera a separarles y acabaron casándose el 4 de noviembre de 1971 en Ubrique. Al año siguiente nació Humberto en Jerez. Después, en 1974, llegaría Jesús, posteriormente Carmen y el benjamín, Víctor -estos tres últimos, en Ubrique-.
Humberto siempre tuvo claro a qué quería que se dedicaran sus hijos. Cuando el primogénito cumplió los ocho años, quiso inculcarle la profesión de piloto. Igual ocurrió con Jesulín: con cuatro años empezó a llevarle a los toros. En cuanto a Carmen, una futuróloga les vaticinó que sería modelo o cantante, así que Humberto intentó ayudarla -en la actualidad, vive alejada del foco mediático, se ha aficionado al yoga y mantiene una relación con Luis Masaveu-. Por su parte, para Víctor había pensado que se convirtiera en golfista, pero finalmente se decantó por el toreo. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el propio Humberto acabó convirtiéndose en el primer empresario de la plaza de toros de Ubrique.
Exclusiva en ¡HOLA!, Carmen Janeiro reaparece con Luis Masaveu
Comenzó comprando una becerra sin cuernos que le costó 25.000 pesetas para que su hijo Jesús practicara. Sin embargo, este parecía inclinarse también por el fútbol. Después de que Humberto habilitase una pequeña plaza de toros, su hijo poco a poco recuperó la afición. Tenía entonces diez años y estaba listo para aprender en la escuela taurina. Hasta los 16 años no podía torear con caballos, así que su padre se las arregló para falsificarle unos documentos y así poder hacerlo. Además, llegó a movilizar a 80 autocares para que fueran a verle en una ocasión. Jesulín comenzó a ganar dinero. "La cabeza del motor del tren de Ambiciones se llama Jesulín de Ubrique", llegó a decir alguna vez.
A finales de los años 80 compraron la finca Ambiciones, de 140 hectáreas, por unos 75 millones de pesetas. El propio Humberto se encargó del proyecto, de adquirir los bienes que forman parte del patrimonio familiar y de supervisar las obras. Así, llegó a ser un administrador clave no solo de la propiedad, sino también de los bienes de Jesulín de Ubrique. En este escenario es en el que Jesulín y su mujer, María José Campanario, han posado para la revista ¡HOLA! en varias ocasiones.
Entramos con Jesulín de Ubrique y María José Campanario en 'Ambiciones'
En 2003, tras muchos rumores y especulaciones, Humberto Janeiro y Carmen Bazán iniciaron los trámites de separación. No sin antes mediar el propio Jesulín para intentar que ninguno de los dos tuviera que abandonar Ambiciones. Cabe recordar que por aquel entonces disfrutaban del usufructo de la finca. Sin embargo, dos años después llegó el divorcio y, casi al mismo tiempo, Humberto decidía marcharse sin que nadie le echara, tal y como confirmó a ¡HOLA!. "Me voy porque yo quiero. Me sentía solo y marginado. He preferido irme a un sitio donde pueda rehacer mi vida en contacto con otras personas. A la finca no podía llevar a nadie para charlar", comentó por aquel entonces. A partir de ese momento comenzó una nueva vida tanto para él como para su exmujer.
El último adiós a Humberto Janeiro