Algunas amistades no se olvidan, siempre están ahí en los buenos y malos momentos. Es el caso de Jennifer Garner y Bradley Cooper, que se conocen desde hace más de una década por la serie Alias, en la que interpretaban a los enamorados Sydney Bristow y Will Tippin. Desde hace algunos días se habla del final de la relación entre la actriz y el empresario John Miller, con quien salía desde el pasado mes de octubre, y puede que la intérprete de 48 años haya querido compartir una cita llena de confidencias con su amigo, ¿o hay algo más entre ellos? Todo el mundo habla de estas imágenes y los que fueron seguidores de la conocida ficción de espionaje que se emitió entre 2001 y 2006 sueñan con que la pareja y su química hayan traspado la pantalla.
En ellas se puede ver los dos actores en la playa junto a Lea De Seine, la hija de Bradley Cooper con la supermodelo Irina Shayk, que ya tiene tres años. La pareja se muestra feliz y cómplice, jugando entre ellos y con la niña en la arena. El protagonista de El lado bueno de las cosas, de 45 años, lucía bañador naranja e hizo incluso algunos estiramientos y ejercicios de musculación mientras que la niña y la actriz vestían ropa casual y hacían castillos.
Según publican los medios estadounidenses, ambos estarían solteros en este momento después de la ruptura de Jennifer que según InTouch se produjo antes de que Los Ángeles entrara en fase de confinamiento. Por su parte, de Bradley no se ha conocido ninguna relación sentimental desde que se produjera su separación de Irina Shayk el pasado año. Existieron algunos rumores entre el oscarizado intérprete y Ana de Armas, pero rápidamente fueron descartados al ver que ella empezaba un romance con Ben Affleck (que es, a su vez, el exmarido de Jennifer).
El divorcio de Jennifer y Ben se finalizó en octubre del pasado año después de tres años separados y tras una década de matrimonio. Se casaron en una romántica ceremonia en la playa y parecía que todo iba viento en popa hasta que los problemas de adicciones del actor de Batman vs Superman se interpusieron entre ellos. Desde entonces, el intérprete de 47 años ha hablado en más de una ocasión sobre la complicada situación que ha vivido en los últimos años luchando contra el alcoholismo y el uso de sustancias: "El mayor arrepentimiento de mi vida es este divorcio", decía el pasado mes de febrero. "La vergüenza es realmente tóxica. No hay ningún subproducto positivo de la vergüenza. Es solo una sensación tóxica y horrible de baja autoestima y autodesprecio", admitía, explicando que fue este sentimiento el que le hizo entrar en un bucle de negatividad en sus peores momentos.