Ellen DeGeneres se encuentra en el punto de mira. Después de que algunos trabajadores y extrabajadores de su programa denunciaran un “ambiente de trabajo tóxico”, la humorista ha pedido perdón en una misiva. "Esto tiene que parar", aseguraba. "Tengo una profunda compasión por aquellos que son vistos de manera diferente, tratados injustamente o, peor aún, ignorados. Pensar que cualquiera de vosotros se ha sentido así, es horrible para mí". Por eso, la productora Warner Bros. ha llevado a cabo una serie de entrevistas con los trabajadores para investigar hasta qué punto son válidos estos testimonios. "Aunque no todas las acusaciones fueron corroboradas, estamos decepcionados de que los hallazgos principales de la investigación indicaran algunas deficiencias relacionadas con la gestión diaria del programa", explican. Tanto la empresa audiovisual como la propia Ellen se han comprometido en realizar cambios en la gestión del programa de entrevistas. “Hemos identificado varios cambios en el personal, junto con las medidas apropiadas para abordar los problemas que se han planteado, y estamos dando los primeros pasos para implementarlos", afirman en el comunicado.