Cuando Kim Kardashian viajó a Wyoming hace unos días para reencontrarse con Kanye West, tenía muy claro lo que iba a decirle: se acabó. La celebrity estaba dispuesta a poner punto y final a su matrimonio después de todas las polémicas que ha protagonizado su marido durante estas últimas semanas, a raíz del episodio bipolar que sufrió el rapero en el primer acto de campaña de su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Sin embargo, parece que ha dado marcha atrás y está dispuesta a perdonarle. "Kanye ha estado escuchando sus preocupaciones y le ha hecho algunas promesas. Sugirió que hicieran un viaje en familia y a Kim le pareció bien. Quiere hacer todo lo posible por salvar su matrimonio", ha confesado una fuente cercana a la pareja a la revista People.
Y así lo han hecho, ya que la pareja ha puesto rumbo al Caribe con sus cuatro hijos: North, de siete años, Saint, de cuatro y medio, Chicago, de dos, y Psalm, que nació hace 14 meses. Según informa el portal de noticias TMZ, Kim, de 39 años, y Kanye, de 43, se subieron a su jet privado el pasado domingo para disfrutar de unas vacaciones en familia, pasar tiempo juntos y ver si pueden arreglar sus diferencias. Se encuentran instalados en una "fortaleza" que está aislada, por lo que es prácticamente imposible que alguien pueda acercarse. Sin duda, estarán siendo unos días de charlas y muchas reflexiones, aunque hay un tema del que tienen prohibido hablar: política. Una fuente ha asegurado a TMZ que el productor ha dejado claro a su mujer que va a continuar con su candidatura a la Casa Blanca y, aunque Kim sabe que tiene motivos de sobra para estar preocupada, ha comprendido que es algo innegociable.
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Además de sus hijos, en este viaje también les ha acompañado Rich Wilkerson Jr, el pastor que les casó hace seis años en Florencia (Italia). "Es amigo de la familia. Kim espera que pueda ayudar a Kanye", ha publicado en exclusiva The Sun. "No son unas vacaciones románticas. Es una oportunidad para que vuelvan a conectar lejos del caos de Wyoming y toda la gente que rodea a Kanye", añade la fuente que ha hablado con el periódico británico, asegurando que la celebrity quería llevar a su madre, pero cambió de idea porque pensó que su marido podría sentirse presionado. "Valoro mucho mi amistad con Kanye. He aprendido mucho de él. Creo que es un hombre incomprendido", decía Wilkerson en una entrevista con Premier Christianity en 2018. "Tiene ideas brillantes y creo que solo está tratando de descubrir cómo sacar todo lo que tiene dentro. Eso a veces surge de una manera asombrosa y otras veces de una manera que se malinterpreta y crea controversias", explicaba.
Un punto de inflexión en su matrimonio
No hay duda de que la estrella de Keeping Up with the Kardashians no está pasando por un buen momento y siente que últimamente todo es demasiado complicado. "Quiere que tenga la ayuda que necesita pero Kanye todavía no quiere. No está segura de si su matrimonio puede salvarse, pero está dispuesta a intentarlo por sus hijos", ha dicho una fuente cercana a la revista People. En su familia, todos están muy preocupados por su salud mental y, aunque siempre le han apoyado, piensan que las polémicas declaraciones que hizo hace unas semanas estaban totalmente fuera de lugar. "Entienden que el trastorno bipolar es algo muy complejo, pero Kanye ha causado mucho dolor a la familia. Todos quieren que reciba la ayuda adecuada", añade. Otra fuente dijo a People que Kardashian "se siente atrapada" en su matrimonio, a pesar de que "ama a Kanye y cree que es el amor de su vida". "Sabe que no es sano para ella estar cerca de él ahora mismo. Y, sinceramente, tampoco lo es para los niños", asegura.
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