El estado de salud de Kiko Matamoros sigue preocupando a su entorno más cercano. La última hora sobre su evolución clínica no arroja buenas noticias ya que el colaborador se enfrenta a un nuevo revés en pleno proceso de recuperación de la pancreatitis aguda que obligó a ingresarle el pasado 30 de julio. A pesar de que la evolución hasta el día de ayer era muy positiva, e incluso se valoró la posibilidad de adelantar su alta hospitalaria, una infección de origen desconocido ha frenado el regreso a casa del colaborador como informaban sus compañeros del programa Sálvame. Según se ha podido saber, el equipo médico ha realizado una ecografía y un tac para averiguar el foco de la misma y poder acabar con esta complicación lo antes posible.
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Lejos de mantenerse ajeno a la preocupación general por su estado de salud, el polemista aparecía hace escasas horas en las redes sociales para tranquilizar, de algún modo, a sus miles seguidores. Con la ironía que le caracteriza, el padre de Laura M. Flores subía una instantánea de su brazo plagado de vías y cables y escribía: “Mi brazo es un colador. Saldremos silbando”. Al mismo tiempo que daba salida a esta fotografía, Kiko reposteaba una storie de su novia Marta López, en la que agradecía las muestras de apoyo y cariño a sus seguidores con un romántico vídeo. "Millones de gracias a todos los que os estáis preocupando y escribiéndome. Sois un amor. Prontito estaremos así". La joven modelo no se ha separado de Kiko ni un solo instante, desde que comenzara su odisea hospitalaria hace ya más de una semana y solo hemos podido verla fuera de las instalaciones del hospital para salir a hacer ejercicio.
Este es el segundo contratiempo desde que fuera intervenido para extirparle la vesícula, una operación que en principio no revestía gravedad, pero que se ha ido complicando con el paso de los días. Pocas horas después de ser dado de alta, Kiko volvía a ser ingresado de urgencias debido a un fuerte dolor abdominal que le impedía regresar a su puesto de trabajo después de la operación. Un susto tras el cual le fue diagnosticada una pancreatitis aguda provocada probablemente por la cirugía, según explicaron en su día en el programa Sálvame. Sin duda, las últimas semanas no han sido las mejores para el padre de Diego Matamoros. A este complicado cuadro médico se une la difícil situación por la que atraviesa su relación con su hija Ana Matamoros, fruto de su matrimonio con Makoke, debido a la tensión existente entre la joven y la nueva pareja de Kiko.