La relación entre Kim Kardashian y Kanye West se encuentra en un momento extremadamente delicado. El matrimonio está atravesando una profunda crisis después de las polémicas que ha protagonizado el rapero durante estas últimas semanas. Según el portal Page Six, la estrella de Keeping Up with the Kardashians y el artista hacen vidas separadas y su futuro juntos está en el aire. Tras el episodio bipolar que sufrió el intérprete de Stronger -que el pasado 4 de julio anunció que se presentará como candidato a las elecciones presidenciales de Estados Unidos-, la pareja se reunió para tratar de encontrar una solución a sus problemas. Sin embargo, lejos de reconciliarse, Kim Kardashian fue fotografiada llorando desconsoladamente en el interior del coche en el que estaba conversando con su marido.
Aunque esas fuentes han negado cualquier plan de divorcio, lo cierto es que el rapero se ha refugiado en su rancho de Wyoming, donde vive a tiempo completo, mientras que la empresaria permanece en Los Ángeles, donde está volcada en el cuidado de los cuatro hijos que el mediático matrimonio tiene en común: North, de siete años; Saint, de cuatro y medio, Chicago, de dos; y Psalm, que nació hace 14 meses. "Kanye está en Wyoming, que es su base principal. Ellos no son como otras parejas, obviamente, tienen varias casas y aviones privados, por lo que no es como si no pudieran verse", ha explicado la fuente, quien ha señalado que Kim está haciendo todo lo posible para mantener al margen a los niños de la crisis que está sufriendo el matrimonio. "Kim está completamente volcada en su familia y en proteger a sus hijos en este momento (…) Sus hermanas han estado ayudando y los niños han estado con sus primos. No quieren que los pequeños sientan que algo anda mal, porque, por supuesto, quieren a su padre", ha continuado.
Según la revista People, una fuente cercana al matrimonio ha revelado que Kim Kardashian ha suplicado a su marido que abandone la campaña presidencial y que se concentre en su salud mental: "Ha intentado ayudar a Kanye, mantenerle calmado y evitar que tenga crisis en público. La familia cree que está sufriendo un episodio bipolar. No debe estar tomando su medicación porque siente que le hace ser menos creativo (...) Kim está devastada. Ella ha trabajado muy duro para ayudarle, pero no dejará que haga esto a sus hijos".
En el rocambolesco mitin político que Kanye ofreció en North Charleston (Carolina del Sur), el intérprete de No more parties in LA reveló detalles privados y extremadamente delicados que dejaron completamente devastada a la empresaria. Pocos días después de sus palabras, que dieron la vuelta al mundo, West pidió disculpas a su esposa por los detalles revelados en este insólito primer acto de campaña.
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