Kiko Matamoros ha sido protagonismo durante los últimos días debido a sus retoques estéticos. Pero la última visita a la clínica ha tenido un motivo más serio, ya que el colaborador de Sálvame anunciaba la pasada semana que el lunes sería sometido a una operación para extraerle la vesícula, que le ha dado problemas de cálculos en los últimos meses. El padre de Laura Matamoros ha decidido romper su silencio a través de un mensaje tranquilizador a sus seguidores sobre cómo avanza su situación: "Gracias a todos los que os habéis interesado por mi salud. Todo ha ido perfectamente". Según su programa, los médicos quedaron muy sorprendidos con el estado de forma del colaborador: "Está hecho un toro".
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En esta tranquilizadora reaparición, Kiko Matamoros ha conectado en directo con su programa para charlar sobre su actual estado de salud. "Supongo que mañana abandonaré el hospital. Me encuentro físicamente muy bien, pero un poco saturado por las cosas que han pasado", explicaba el colaborador, que ha querido quejarse de manera pública de ciertos comentarios tras su último retoque estético. "Mucha gente se pincha y hay otro trato mucho más respetuoso. Pero no tiene mucha importancia", ha sentenciado, señalando el comportamiento de algunos compañeros de la televisión.
El colaborador se sometió a una intensa terapia de botox ejecutada por la cirujana Carla Barber, nueva novia de su hijo Diego Matamoros. "Carla es una estupenda profesional. Me ha subido los pómulos, me ha quitado las arrugas de alrededor de la boca y me ha levantado un poco la cara que se me estaba cayendo", aseguraba en Viva la vida, insistiendo en que esta decisión tiene un punto sentimental, al querer formar vínculos con la nueva pareja de su hijo. Pero su rostro inflamado fue objeto de burlas y polémica, a lo que Matamoros ha querido responder con sutileza: "¡Ah! Lo de las infiltraciones de ácido hialurónico va también muy bien. Por su camino todo". La imagen mostraba un resultado mucho más natural que las primeras horas.
Pero lo realmente importante de estos últimos días ha sido esa operación para extirparle la vesícula, que tantas visitas a urgencias le ha provocado en los últimos meses. Son varios los problemas de salud que ha sufrido Kiko Matamoros en los últimos tiempos, desde un cáncer de vejiga, cuya resolución acabó por ser mucho mejor de lo esperado, a unas extrañas subidas de tensión en pleno directo. "Hay una serie de alimentos que tienes que evitar: la grasa, el alcohol y una serie de cosas que van a cambiar mi vida", explicó en su programa, sobre cómo iba a afectarle la falta de vesícula. Afortunadamente, todo sigue por el buen camino.
Marta López y sus hijos, su mejor apoyo
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Su novia, Marta López, ha sido la encargada de acompañarlo en todo momento durante esta operación. Además, la joven influencer también ha ejercido de portavoz con el programa de su novio: "Él está muy bien, gracias a todos por preocuparos. Está en la habitación, tranquilo. Desde el minuto 1 ha subido súper consciente. Le ha dolido un momentito, pero el médico se ha sorprendido bastante porque Kiko tiene una genética muy buena". La modelo ha abandonado a ratos la clínica en busca de periódicos o revistas para su chico, mientras que también los hijos del colaborador han visitado para apoyarlo durante su convalecencia. La ausencia notable ha sido la de Ana Matamoros, que cumplía años el mismo día de la operación y con la que no tiene contacto en la actualidad. "No mantengo comunicación", ha asegurado Kiko.