A mediados de junio Mila Ximénez mostraba una gran fortaleza al anunciar en directo que padece cáncer de pulmón. Un mes después ha reaparecido públicamente para hablar del tratamiento que está recibiendo y de cómo afronta esta lucha, una vuelta a la televisión en la que ha mantenido intactos el optimismo y la valentía que ha mostrado desde el primer momento. Muy emocionada por volver al plató en el que tantas horas ha pasado y recibir el abrazo de los compañeros que a lo largo de estas semanas le han trasladado su incondicional apoyo, la periodista se sinceraba en Sábado Deluxe, donde era recibida con todos en pie y aplaudiendo mientras sonaba Qué bonito es querer, canción de Manuel Carrasco que es una de sus preferidas. La concursante de formatos como Gran Hermano VIP o Supervivientes relataba con entereza su diagnóstico. "Tengo metástasis, está en los pulmones, en el hígado y más partes", decía. Además, dejaba claro que, a pesar del lógico miedo que inicialmente le produjo escuchar estas palabras por parte del médico, está convencida de que esta guerra la va a ganar.
El momento en el que Mila no pudo contener las lágrimas fue cuando recordó cuando se lo contó a su única hija, Alba, nacida de su matrimonio con el tenista Manolo Santana. La colaboradora televisiva reconoce que no encontraba fuerzas para trasladar esta noticia a la persona más importante de su vida y tardó una semana en dar el paso. Fue estando con Raúl Prieto, Belén Esteban y Terelu Campos cuando se armó de valor y descolgó el teléfono. "Ella no entendió que tardara en decírselo, pero no quería que ella lo pasara mal. Cuando se lo dije se hizo un silencio que recordaré siempre. Me dijo que tengo que hacer lo que sea porque le hago mucha falta", explicaba emocionada. Alba, que tiene fijada su residencia en Ámsterdam con su marido e hijos, se trasladó de inmediato a Madrid para acompañarla en la primera sesión de quimioterapia y, aunque Mila no ha querido pedir segundas opiniones porque confía plenamente en el criterio médico de su doctora, ella sí lo ha hecho mediante el oncólogo de su suegro.
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Los planes de Mila para este verano pasan por disfrutar de tres semanas en Marbella al lado de su familia, que la acompaña en estos complicados momentos. Una vez que las vacaciones acaben, la periodista andaluza tiene pensado retomar su rutina en televisión y volver a ocupar su silla de Sálvame. En este sentido, explicaba en directo que ya ha avisado a sus jefes de que pueden contar con ella excepto algunas semanas. Así, espera volver a compartir las tardes con sus compañeros, quienes se han convertido en una pieza fundamental para ella a lo largo de estos años. Todos ellos la llenan de amor y muestras de cariño, pero son las Campos quienes tienen un papel destacado en su enfermedad. Ella misma contaba que fue María Teresa Campos quien la animó a ir a la Clínica La Luz para buscar una solución a sus dolores de espalda y fue allí donde encontraron que el origen de su problema era un cáncer.
Un bonito detalle con Jorge Javier
Pocas horas antes de volver a pisar los pasillos de Mediaset, Mila participaba mediante una videollamada en La última cena para darle una sorpresa a su amigo Jorge Javier Vázquez con motivo de su 50 cumpleaños, una nueva vuelta al sol que inauguraba en pleno directo. "Muchas felicidades, corazón", decía la periodista. Aprovechando esta breve conexión, y con las emociones a flor de piel, mandaba un cariñoso mensaje a sus compañeros y reconocía que se encuentra bien pero que echa de menos la falta de miedo que siempre la ha caracterizado, su vida normal y sentirse segura.