Hace apenas una semana que Ana Soria publicaba una fotografía en actitud cariñosa junto a Enrique Ponce. Una imagen que él mismo compartía enseguida. La pareja se divertía en las playas almerienses de Mojácar (Almería), mientras Paloma Cuevas continuaba en la finca familiar de Jaén, donde está junto a sus padres y sus hijas. Ahora Ana ha hecho unas declaraciones al diario La Razón en las que defiende su relación y asegura que ella no ha roto ningún matrimonio.
- Enrique Ponce rompe su silencio sobre su separación de Paloma Cuevas
La relación entre Ana y Enrique Ponce parece estar cada vez más consolidada, de hecho la estudiante de Derecho, que está en tercer curso en la Universidad de Granada y tenía previsto disfrutar del próximo curso fuera, en Polonia de Erasmus, ha renunciado a esos planes para estar cerca del torero, según publica el diario. Eso no significa que vaya a abandonar sus estudios, pero sí que los continuará en España. En ese sentido, ha desmentido que tenga intención de dedicarse al mundo de la moda o vaya a convertirse en influencer. «Quiero aclarar que yo no propicio nada, no llamo a ningún paparazzi para que me pille con Enrique. Al revés, intento que no nos vea nadie», ha contado al periódico.
Ocho meses de relacion con el torero
Ana, que lleva ocho meses de relación con el torero, no conoce a las hijas de Enrique Ponce y Paloma Cuevas, y es un tema del que no ha querido hablar. La joven, de 21 años, insiste en que ella no ha sido el detonante de la separación entre ambos y solo quiere vivir tranquila, sin enfrentamientos con nadie ni protagonismos indeseados. Precisamente, el fin de semana pasado Ana publicaba un mensaje en el que decía "Busca lo que te llena y no lo que te vacía".
El torero y Paloma Cuevas emitieron un comunicado conjunto en el que aclaraban su situación: “Viendo la gran repercusión mediática que estamos teniendo en los últimos días, queremos manifestar que nos encontramos en trámites de separación de hecho. Ha sido una decisión muy meditada, tomada de mutuo acuerdo y desde el profundo cariño y respeto mutuos que nos tenemos y que hemos demostrado durante todo nuestro matrimonio. El único fin de hacerlo público es para proteger a nuestro entorno familiar y, en especial, a nuestras dos hijas, menores de edad”.
Ana proviene de una familia de abogados. Su padre, Federico Soria, tiene un despacho de abogados en Almería y la intención de Ana es seguir los pasos de su progenitor y hacerse cargo del despacho en un futuro. Enrique Ponce y ella comparten la pasión por los toros, y fue precisamente a través de los toros, en una feria taurina cuando se vieron por primera vez.