Buenas noticias para Iñaki Urdangarin. La prisión de Brieva (Ávila), donde cumple cinco años y diez meses de privación de libertad por los delitos derivados del caso Nóos ha propuesto mejorar sus condiciones de vida. La Junta de Tratamiento de ese centro penitenciario ha dado el visto bueno para que el marido de la infanta Cristina pueda disfrutar ya del tercer grado, el régimen de semilibertad. Esta resolución está ahora en manos de Instituciones Penitenciarias que tendrá la última palabra. El exdeportista cumplió el pasado 18 de junio dos años entre rejas por malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.
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El tercer grado se aplica a los internos que, por sus circunstancias personales y penitenciarias, están capacitados para llevar a cabo un régimen de vida en semilibertad. Se aproxima a la libertad plena y da lugar a que el condenado pase a cumplir condena en un centro de régimen abierto. Su objetivo es fomentar la incorporación progresiva del reo a la comunidad y su integración social. Si finalmente no accede al tercer grado ahora, la Junta de Tratamiento puede volver a solicitar este beneficio a Instituciones Penitenciarias y si no se otorga como muy tarde en mayo de 2021, cuando cumpla la mitad de su condena, podrá acceder a este régimen siempre que los informes así lo avalen.
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El cuñado de Felipe VI, que ha pasado el confinamiento en la cárcel abulense sin recibir visitas, sin salidas y sin ningún permiso penitenciario, retomó a primeros de julio, con la llegada de la nueva normalidad, su trabajo como voluntario en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid), que le permite salir de su celda tres días a la semana.
Además, tiene pendiente el disfrute de un permiso de seis días que le fue concedido antes de decretarse el estado de alarma y del que podrá beneficiarse en la fecha concreta que negocie con la cárcel. El pasado 5 de febrero, el juzgado de vigilancia penitenciaria número 1 de Valladolid le concedió una salida ordinaria de seis jornadas por estar clasificado en segundo grado, haber cumplido ya la cuarta parte de su condena y no observarse mala conducta. Sin embargo, de lo que no podrá beneficiarse de ninguna de las maneras será de otro permiso que solicitó el 5 de marzo para poder abandonar Brieva dos fines de semana al mes. La Audiencia Provincial de Baleares lo desestimó al considerarlo una petición "prematura" y que concedérselo sería una especie de "carta blanca" que permitiría a cualquier preso acudir a estas prisiones para obtener este tipo de permisos. Hasta ahora, el yerno de Juan Carlos I ha salido de prisión en dos ocasiones. La primera vez fue durante cuatro jornadas en Navidad y la segunda, en febrero, de seis días, el pasado febrero.