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Belén Esteban acostumbra a vivir jornadas de tensión en Sálvame debido a su tenacidad a la hora de defender su posición en los temas de actualidad que se analizan en el programa. Sin embargo, este martes ha tenido un día mucho más apacible, especialmente bueno con la sorpresa que sus compañeros le han preparado por el 33 cumpleaños de su marido Miguel. A través de una serie de imágenes que repasaban los mejores momentos de la pareja, la colaboradora no ha podido evitar emocionarse con la que es una de las mejores etapas de su vida, cuando conoció a su alma gemela. Tras su boda el pasado verano, Belén ya había mostrado en multitud de ocasiones sus ganas de ser madre de nuevo, y tiene claro que su marido sería perfecto como padre. "Es un padrazo, no es que lo vaya a ser, es que lo es. Lo que tienen que ser otras personas, no hace falta", ha asegurado.
© MediasetLa historia de cómo se conocieron Belén y Miguel es de sobra conocida, ya que él conducía la ambulancia que tuvo que ir a su casa cuando esta sufrió una subida de azúcar a causa de la diabetes que padece. Desde el primer instante ella declaró que era el hombre de su vida: "Llegó en el momento justo que tenía que llegar". El joven de 33 años mantiene una excelente relación con toda la familia de su mujer, desde su madre hasta su hija, Andrea. Eso sí, al igual que la colaboradora tiene mucho carácter y sus enfrentamientos a veces duran más de la cuenta. "Es muy cabezón", decía Esteban sin poder parar de sonreír.
Miguel ha sido un apoyo "fundamental" en todos los aspectos de la vida de Belén Esteban. Pero cuando ha tenido que decirle que algo que había dicho o hecho en su programa estaba mal, no lo dudaba: "Me ha regañado más que me ha dicho que he estado bien". La colaboradora también ha querido destacar cómo de importante fue su marido en uno de los momentos más complicados de su vida, el proceso judicial que todavía mantiene abierto con Toño Sanchís. "El que corta los cables, que me ha cortado los cables de toda la casa, pero ya está arreglado", ha declarado, totalmente calmada respecto a este problema.
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Pero todavía había tiempo para un susto en el cuerpo de Belén Esteban. La colaboradora se ha quedado atónita cuando Kiko Hernández, conductor del espacio de televisión, ha saludado a Miguel, dando a entender que entraba en directo para hablar con la audiencia y con su mujer. Belén se ha quedado petrificada, mirando a la dirección del programa sin entender qué estaba pasando. Finalmente su amigo le ha comunicado que se trataba de una broma, para su alegría. Desde un primer momento, Miguel se ha mantenido al margen de la vida mediática de su mujer.
