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El caso Weistein sigue siendo noticia. Las consecuencias de aquel movimiento de 2017, abanderado por el hashtag #Metoo, que supuso la caída de uno de los productores más influyentes de la industria de Hollywood, han vuelto a los titulares recientemente. Un fiscal de Nueva York acaba de llegar a un acuerdo con la que fuera la productora del acusado para indemnizar a las mujeres que denunciaron el ambiente tóxico en el que tuvieron que trabajar cuando estaban empleadas en su oficina. La cifra de la compensación asciende a más de 16,8 millones de euros que, según recoge The New York Times, se repartirá entre las denunciantes según criterios legales, cuyos detalles no han transcendido.
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El portavoz de la fiscalía ha dirigido unas palabras al citado medio, en las que detalla que las mujeres se vieron envueltas en "un entorno de trabajo hostil, basado en la discriminación por razón de género y marcado por el acoso". Asegura que es "una victoria", aunque aún deberá ser ratificada por el tribunal de quiebras y las cortes del distrito de Manhattan. "Tanto Harvey Weinstein como The Weinstein Company han fallado a sus empleadas femeninas. Después de todo el acoso, las amenazas y la discriminación, estas supervivientes están recibiendo finalmente algo de justicia", asegura en el artículo.
Esta compensación es el resultado de una dura batalla legal que se inició con una demanda conjunta en febrero de 2018 contra el productor, pero también contra su compañía -de la que fue despedido en octubre de 2017- y contra su hermano Robert, quien se quedó al frente de la, por aquel entonces, exitosa empresa. A esta demanda se sumó otra acusación colectiva, tras la que se encontraba otro grupo de mujeres que aseguraban haber sido acosadas y agredidas por el empresario.
Este nuevo triunfo de movimiento #MeToo se une a los 23 años de prisión que le fueron decretados en el mediático juicio del pasado mes de marzo, condena que cumple actualmente en Nueva York. No le exime de los cargos a los que se enfrenta en California, donde tiene acumulas otras denuncias por igual comportamiento. Además, con esta indemnización quedan invalidados los acuerdos de confidencialidad que la empresa firmó con las trabajadoras con el fin de silenciar los abusos.
El caso Weinstein ha marcado un antes y un después en la industria del cine y ha sido una verdadera revolución social que ha dado voz a la discriminación y las agresiones que han estado soterradas durante años en esta poderosa industria. Un tuit de la actriz estadounidense Rose McGowan fue el inicio de todo en otoño de 2017, y poderosos medios como The New York Times se volcaron con el caso. Aquello desató una oleada de denuncias públicas que colocaron a Harvey Wienstein en una incómoda situación. Su intocable empresa se declaraba en bancarrota meses después.