Hace unos días, Enrique Ponce y Paloma Cuevas confirmaban que habían decidido separarse después de 25 años juntos. Esta noticia ha provocado todo un aluvión de rumores sobre los motivos que les han podido llevar a poner fin a su matrimonio. Cansado de especulaciones, el torero ha intervenido telefónicamente en Sálvame para pedir respeto. "Suficiente mal lo estamos pasando como para que se inventen otro tipo de cosas", declaraba.
La gota que ha colmado el vaso ha sido el testimonio de una mujer que afirmaba conocer a la pareja desde hace más de dos décadas para aportar, según sostenía Ponce, informaciones falsas sobre su familia. “No se puede dar paso a cualquier persona que diga que te conoce”, se quejaba e insistía: "Solo pido respeto". "No nos merecemos todo esto, Paloma y yo nos llevamos bien y no tenemos ningun problema y todo esto que estáis sacando y estáis inventando hace daño a todos", añadía. El diestro ha desmentido también las informaciones que apuntaban a que lleva un año y medio con una joven llamada Ana Soria, a la que asegura conocer tan solo desde hace unos meses. También ha pedido que la dejen tranquila tanto a ella como a su familia, ya que "han mentido todo y más". Sin entrar en más detalles, a preguntas de Kiko Hernández, ha confirmado que se encuentra ilusionado, "sí, claro", ha dicho, aunque ha preferido no contestar sobre si veremos a Ana en las plazas.
Las palabras de Paloma Cuevas
Paloma Cuevas ha sido la primera en pronunciarse tras la ruptura. En unas declaraciones publicadas en primicia por HOLA.com aseguraba encontrarse serena. "La palabra es serena. Serena porque mi fe me permite estar tranquila, y serena porque la felicidad de mis hijas está por encima de todo". Este lunes, además, hacía público un mensaje en el que asegura que "ninguna separación acabará con el cariño y el respeto que nos profesamos el uno al otro y a nuestras respectivas familias, con las que mantenemos una relación extraordinaria". Además, el mismo día, la expareja hacía llegar a los medios un comunicado en el que declaran que se encuentran en trámites "de separación de hecho" e insisten en pedir "el máximo respeto frente a nuestra decisión, y que cesen en la publicación de noticias falsas y difamatorias, que lo único que consiguen es provocar un daño irreparable a nuestras hijas, y agravar e menoscabo a nuestra imagen pública y reputación".
Enrique y Paloma se conocieron y se enamoraron cuando ambos eran muy jóvenes, en un viaje a Colombia hace veintisiete años, y se casaron en octubre de 1996, en la Catedral de Valencia. El 27 de abril de 2008, doce años después de su boda, nació su primera hija, Paloma, y cuatro años más tarde, vino al mundo Bianca, para completar la felicidad de sus padres. Desde entonces y, hasta ahora, habían formado un matrimonio fuerte y sólido, a pesar de que la profesión de Enrique, el riesgo, el miedo, las cornadas, los continuos viajes por España y América y la falta de una rutina convencional, siempre ha supuesto una gran presión para ellos como pareja.