Mónica Hoyos está desesperada. La colaboradora de televisión se siente desprotegida después de que su inquilina haya dejado de pagar el alquiler de su casa en noviembre de 2019. "Tengo una inquilina que no me paga, por lo que ya se convirtió en okupa en mi casa, le he ofrecido que se vaya, que no le cobro y ni caso, no contesta a los burofaxes ni a las llamadas... y ¿sabéis a quien protege la ley?", contaba la expareja de Carlos Lozano y madre de su hija, Luna.
Este fin de semana Mónica relataba en el programa Socialité el litigio en el que estaba envuelta a consecuencia del impago. "Ya basta, por favor, márchese señora, márchese", señalaba indignada. Según Hoyos, la persona que ha alquilado su propiedad le debe aproximadamente 10.000 euros en gastos, "entre lo que me ha dejado de pagar, comunidad, agua, demandas, lo que no he hecho con la casa, los impuestos que tengo que pagar".
"He sido muy buena persona, he esperado ocho meses, no tenía que haber esperado. Tenía que haberlo hecho al mes, en el momento en que te dejan de pagar hay que hacerlo, hay que tomar las medidas. Yo he esperado todo este tiempo para ver si daba un paso al frente esta señora y me decía: 'Mónica, lo siento, me voy. Mónica, no te preocupes'. Si es lo único que quiero, lo único que quiero es que se vaya", confesaba la exconcursante de Supervivientes.
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La presentadora dice que ha tenido muy en cuenta los dfíciles momentos vividos a consecuencia del confinamiento por el coronavius. "He sido muy comprensiva, pero me he hartado. No la he llamado durante los meses que ha durado este tema por el que hemos pasado todos, no la quería molestar porque creo que todos debemos ser más sensibles, pero esto no se originó en la pandemia, el tema viene de antes", confiesa la peruana.
Hace varias semanas la colaboradora llegó incluso a presentarse en su vivienda para pedirle explicaciones. "Hace dos semanas estuve allí, con mi familia, y ella llamó a la Policía". Cuando los agentes llegaron al domicilio, intentaron mediar, sin éxito, con la inquilina. "Lo único que ella decía era: 'Ah bueno, pues que me denuncie".
Hoyos ha puesto el caso en manos de la justicia, pero pide que defiendan a los propietarios que como ella sufren las consecuencias de los impagos. "Ojalá pronto una ley que si ocupan tu casa y no se quieren ir, inmediatamente sean desalojados. Que no te obliguen a mantenerlos, ¡es una injusticia enorme!", lamenta.