Era una tarde muy triste, pero Ana Obregón y Alessandro Lequio encontraron consuelo en sus familiares y amigos más cercanos. Los hermanos de la actriz hicieron piña en torno a ella, y Carolina, la novia de Álex, no se soltó de su mano en ningún momento. El aristócrata italiano, por su parte, estuvo acompañado por su mujer, María Palacios. Tras la ceremonia, las muestras de cariño reconfortaron a la expareja, que está desolada tras la muerte de su hijo. Las palabras, los gestos, las miradas... intentaron calmar el indescriptible dolor que sienten estos padres porque, según dijo Ana en una de sus cartas, "perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir". ¡Dale al play!