Desde el fallecimiento de Álex Lequio, el pasado 13 de mayo como consecuencia del cáncer que padecía desde hacía dos años, Carolina, su novia, no ha dejado solos a Alessandro Lequio y Ana Obregón. Les ha acompañado en algunos de los trances más duros que ambos han tenido que afrontar desde que dijeran adiós a su hijo. Debido a las medidas que impuso la crisis sanitaria del COVID-19, no pudo llevarse a cabo un entierro con los seres queridos de Álex, en vez de eso sólo tres personas pudieron asistir: Alessandro, Ana y la propia Carolina, que quiso arropar de esta manera y mostrar todo su cariño a los padres del que había sido su pareja durante cerca de un año.
Amigos y compañeros arropan a Ana Obregón y Alessandro Lequio en el funeral de su hijo
Como no podía ser de otro modo, la joven también quiso estar presente este martes, un día muy especial y significativo, pues era la fecha elegida para dar el último adiós a Álex en forma de misa funeral. Ya sí, en esta ocasión todos sus amigos y familiares pudieron estar presentes en la parroquia de Nuestra Señora de la Moraleja de Madrid, el lugar en el que se llevó a cabo y el lugar próximo a la que había sido la vivienda familiar durante muchos años. De nuevo, Carolina se situó al lado de Ana Obregón, de la que no se separó ni a la entrada ni a la salida de la iglesia.
Ana Obregón iba flanqueada no solo por la novia de su hijo, sino también por su hermana Amalia. Las dos la sostenían. Mientras Carolina le daba la mano, que no soltó durante todo el trayecto hasta la entrada del templo -cuando la intérprete quiso darse la vuelta para saludar a la prensa allí apostada y hacerles un gesto en forma de corazón que se tradujo en agradecimiento-, Amalia la sujetaba por la cintura. Dos pilares fundamentales en los que Ana se apoyó sin fisuras en el que fue, a buen seguro, un momento duro y difícil.
El precioso homenaje de Ana Obregón a su hijo Álex en su despedida
Carolina fue la compañera de Álex hasta el final. Asumió con él la enfermedad que le diagnosticaron a principios de 2018 y fue una de sus mayores alegrías en esos dos años. Juntos habían adoptado a Boby Puchum, su mascota. La joven no quiso apartarse de su lado durante el tiempo en el que el hijo de Ana Obregón permaneció hospitalizado en Barcelona. Y, como la actriz, también ha tenido que enfrentarse desde el fallecimiento de su novio a momentos especialmente complicados, como cuando tuvo que dejar, no sin dolor y tristeza, el piso que compartía con Álex. Tras un año de sólida y discreta relación, Carolina no ha querido dejar de lado a los padres del que fue su pareja y les ha mostrado, como ocurría este martes, que está a su lado en lo bueno y en lo malo.