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Este 26 de junio estaba marcado en rojo en el calendario de Anabel Pantoja. La colaboradora televisiva había elegido esta fecha para casarse con Omar Sánchez, junto al que mantiene una feliz relación desde hace algo más de dos años. A pesar de que ninguno de ellos llegó a compartir públicamente el día que habían elegido para su boda, los invitados sí estaban informados de todo. Ambos estaban entusiasmados por dar este importante paso y comenzar a escribir un nuevo capítulo como marido y mujer. De hecho, los preparativos estaban ya bastante avanzados, pero, debido la pandemia mundial, a finales de marzo la pareja comunicó que había pospuesto su enlace para otra fecha. Aunque aún quedan unos meses para verla vestida de blanco, la prima de Kiko Rivera ha querido compartir todas las emociones que le recorren en esta jornada en la que estaba previsto que diera el "sí, quiero" al windsurfista canario.
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"Hoy dábamos el paso que jamás pensé dar. Ahora nos queda un año para preparar todo y vencer esta etapa tan dura que ha vivido nuestro país", ha comenzado a decir. "Yo quería abrazar a mis amigas, llorar con mi familia, bailar con mi gente... No pudo ser", añadía. Además, invadida por la melancolía, la tercera finalista de El tiempo del descuento, ha compartido un vídeo muy significativo: el momento en el que su novio le preguntó si se quería casar con él. La pedida de mano tuvo lugar en mayo de 2019 en Fuerteventura, isla a la que Anabel viajó para una sesión de fotos de su colección de bañadores. En medio del posado, mientras ella estaba de espaldas, Omar se arrodillaba en la arena con un precioso anillo en la mano como símbolo de su compromiso.
No te pierdas la luminosa y cálida casa de Anabel Pantoja en Gran Canaria
Omar, que además de dedicarse al deporte tiene una empresa en la que da clases de paddle surf y vende ropa, también ha explicado cómo se siente en su 'no boda'. Junto a una imagen de los dos disfrutando del mar, ha escrito: "Hoy era un día especial... Un poco triste y a la vez contento de que el mundo poco a poco vuelva a la normalidad. Seguiremos luchando con las mismas ganas que hasta ahora. El año que viene será mejor". Cabe recordar que el objetivo de la pareja no es solo afianzar su relación con una boda, sino poder celebrarlo al lado de sus seres queridos sin que estos estén preocupados o incómodos por las restricciones que en estos momentos tenemos que cumplir como el distanciamiento social o el uso de mascarillas.
La cronología de una historia de amor 2.0
A pesar de que han optado por vivir su historia de amor lejos del foco mediático, Anabel sí ha revelado en alguna ocasión datos de su relación. Durante su visita al programa culinario Bienmesabe -emitido por la televisión canaria- explicó que sus caminos se cruzaron de casualidad durante una visita que ella hizo a Las Palmas con motivo de un concierto de su tía, Isabel Pantoja. Cuando estaba en la puerta de embarque para regresar a la península recibió un mensaje privado a través de las redes sociales en el que un chico que no conocía le preguntaba que si seguía en la isla tras haberla visto la noche anterior en una discoteca. La colaboradora de Sálvame confesaba que al ver las fotos de Omar, al que cariñosamente llama 'mi negro', empezaron a hablar. Tras un tiempo manteniendo contacto por teléfono, el deportista la sorprendió trasladándose a Sevilla para recogerla en el aeropuerto tras una escapada que ella había hecho a Roma. Desde entonces se han vuelto inseparables y organizan sus agendas para estar juntos el máximo tiempo posible.
'Puesta a Panto', el confinamiento convierte a Anabel Pantoja en un fenómeno viral
La crisis sanitaria ha hecho que la pareja tenga que posponer su deseada boda, pero el confinamiento también les ha permitido estar juntos las veinticuatro horas del día. Esta convivencia ha sido, tal y como explicaba ella misma, una montaña rusa de la que se queda con la parte positiva. Así, cuando comenzaba la desescalada y ella retomaba su trabajo en Mediaset, agradecía públicamente a Omar el hecho de estar a su lado de manera incondicional. "Él me aguanta en lo bueno y en lo malo (y nunca mejor dicho). Cuando estoy mala me va a comprar a la farmacia, está pendiente de que me lo tome todo. Cuando tengo un problema, él me lo soluciona o intenta ayudarme a solucionarlo. Cuando tengo frío me tapa, cuando me duelen los pies me da un masaje, si se me antoja un polvito uruguayo, él va a buscármelo. Sinceramente, dí con un ángel", decía.
Anabel Pantoja se compromete en la playa y por sorpresa