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La nueva normalidad poco a poco se va abriendo camino y va llegando hasta a las cárceles españolas. Iñaki Urdangarin, que lleva desde el pasado marzo sin salir de la cárcel de Brieva (Ávila) donde cumple condena por varios delitos derivados del caso Nóos, ya puede reencontrarse con su familia. A partir de este viernes, el cuñado del Rey puede disfrutar de un nuevo permiso penitenciario de seis días que se le concedió antes de la crisis sanitaria. De tal manera, el exdeportista, que el pasado 18 de junio, cumplió dos años de pena de los cinco años y diez meses a los que fue condenado por malversación, prevaricación, fraude de la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, deberá ahora negociar con la prisión la fecha concreta para disfrutar de este beneficio.
© GtresonlineEl 5 de febrero de 2020, poco más de un mes antes de que decretase el estado de alarma, el juzgado de vigilancia penitenciaria número 1 de Valladolid le concedió un permiso ordinario de seis días de duración después de que el marido de la Infanta cumpliese los requisitos de estar clasificado en segundo grado, haber cumplido ya la cuarta parte de su condena y no observarse mala conducta. El 15 de marzo, un día después de que se estableciese la cuarentena, el Ministerio del Interior informó que tanto los permisos como las visitas de familiares y amigos de los presos quedaban totalmente suspendidas, con lo que Urdangarin veía aplazado sine die su posibilidad de pernoctar seis días con su familia. Conforme se fue avanzado en la desescalada sí ha podido recibir visitas, siempre con mamparas de por medio, guantes y mascarillas. Además, a partir de ahora los presos que salgan al exterior ya no tendrán que realizar un aislamiento sanitario preventivo.
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Además de este permiso, Urdangarin solicitó el 5 de marzo abandonar Brieva dos fines de semana al mes, algo que desestimó la Audiencia Provincial de Baleares, amparándose en el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario y que abre la posibilidad a un régimen de internamiento más flexible. El tribunal consideró la petición de “prematura” y consideró que de concedérselo sería una especie de “carta blanca” que permitiría a cualquier preso acudir a estas cárceles para obtener este tipo de permisos y podría estar catalogado en una especie de tercer grado, el más abierto, encubierto.
© GtresonlineLa próxima salida de Urdangarin será la tercera que tiene desde que fue condenado. La primera, también de seis días, tuvo lugar en febrero y el segundo, de cuatro jornadas, tuvo lugar la pasada Navidad. Lo que aún queda en el aire son las salidas que el exdeportista hacía tres veces por semana para ejercer como voluntario en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid), que presta atención a personas adultas con discapacidad física, intelectual y sensorial. El director del centro, Francsico Sánchez, informaba hace una semana que no sabía cuando podrían reabrir ni recibir a los voluntarios pues mientras tengan usuarios infectados la normativa sanitaria les exige estar clausuarados.
Próximamente, Iñaki Urdangarin podría ver mejoradas sus condiciones de vida cuando la junta de tratamiento de la prisión abuelense revise su régimen para mantenerlo o mejorarlo. Si no se le concede antes, podrá acceder al tercer grado cuando cumpla la mitad de su condena, en mayo de 2021. Este beneficio se concede a los condenados que por circunstancias personales y penitenciarias están capacitados para llevar a cabo una vida en semilibertad.
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