Inés Ballester ha vuelto al trabajo tras superar el coronavirus. La periodista se reencontraba ayer con los espectadores de Está pasando, su programa de Telemadrid, después de una larga temporada en la que ha ido recuperándose poco a poco de las secuelas de esta enfermedad. "Han pasado tres meses y dos días exactamente desde la última vez que ustedes y yo nos vimos aquí, en este plató de Telemadrid. Tres meses, como saben, en los que han pasado muchas cosas, de hecho, el mundo entero ha cambiado, pero todavía hay esperanza, todavía hay cosas que no cambian, como este programa, que quiere seguir siendo su compañía", comentó muy emocionada antes de presentar a la audiencia a Alberto Herrera, su nuevo compañero.
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- El estremecedor relato de Inés Ballester sobre su lucha contra el coronavirus tras superar el cáncer
La tarde ya se las prometía muy emocionante, pero el momento más conmovedor llegó cuando Inés Ballester dio paso a una reportera que se encontraba en el Hospital Universitario La Zarzuela, el mismo en el que estuvo ingresada por coronavirus. La presentadora rompió a llorar al reencontrarse con el equipo médico que cuidó de ella. "Desde ya pido disculpas, he renegado mucho, me revolvía contra todo y me han aguantado, han tenido mucha paciencia porque ha habido momentos... yo me he sentido muy rebelde y sé que hacían todo lo que podían porque fue la peor semana", reconoció.
Los sanitarios se alegraron mucho de ver a la periodista tan "espléndida". "Nos conocimos en un momento muy duro en el que ella libraba una gran batalla y luchamos juntas. Ver que está tan recuperada y tan bien es una gran satisfacción", declaró su doctora. Las enfermeras, por su parte, pusieron un toque de humor al contar alguna "anécdota" de la presentadora. "Todavía recordamos el olor a ganchitos en su habitación", aseguraron entre risas. A Inés Ballester no le quedó más remedio que darlas la razón. "Qué vergüenza... es verdad... cuando me despertaba me decía 'me voy a comer mis ganchitos y mis aceitunas'. Me dio por ahí", confesó.
Después de este momento tan distendido, la presentadora cambió el tono para dar las gracias a todos aquellos que se dejaron la piel por salvarla. "No he tenido oportunidad todavía de hacerlo, porque incluso cuando he visto la imagen del hospital todavía me da un vuelco el corazón, pero sé que eran unos tiempos muy duros. Os doy infinitamente las gracias porque sola estaba, porque me sentía muy sola, pero es verdad que también me sentía muy tranquila. Yo sabía que de ahí saldría porque confiaba en vosotras y sigo confiando", manifestó profundamente agradecida.