Michelle Salas vivió una velada inolvidable. Después de meses confinada debido a la pandemia de Covid-19, la hija de Luis Miguel organizó una fabulosa fiesta en un yate para celebrar sus 31 años. La influencer reunió a algunos de sus seres queridos para celebrar su cumpleaños navegando por las aguas de Miami. Recordemos que Michelle vive en Estados Unidos, donde las restricciones por el coronavirus se han ido relajado, permitiéndole pasar una íntima pero divertida celebración. La joven disfrutó como no lo había hecho en los últimos tiempos y vivió un emotivo reencuentro con su madre, Stephanie Salas, a la que no veía desde hace meses debido a la cuarentena.
Madre e hija se fundieron en un cariñoso abrazo para inmortalizar el tierno instante. "Felices 31, amor mío. Eres la maravilla que ilumina todos mis días y le das sentido a mi vida. Deseo se cumplan todos tus deseos mi bebé, mi Mush. Te amo hermosa geminiana. Que lo sigas pasando de maravilla", le dijo Stephanie a su hija, que rápidamente respondió a su preciosa felicitación. "Te amo con todo mi corazón forever", escribió la modelo junto a emojis de corazones.
El cumpleaños de Michelle fue el momento idóneo para el reencuentro entre madre e hija. Stephanie viajó de México a Miami para celebrar este día tan especial y juntas disfrutaron del atardecer y un paseo en yate por la bahía de Miami. "Gracias por estar siempre ahí. Contra todo, siempre juntas. Te amo mami", compartió Michelle en sus stories. La publicación se llenó de comentarios de sus fans, que se mostraban encantados de verlas juntas de nuevo.
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Además de su madre, a la celebración no faltaron algunos de sus amigos más cercanos que hicieron que su día fuese muy especial. Después de una fabulosa jornada navegando a bordo de un espectacular yate, donde no faltó la música y el baile. al día siguiente continuó de celebración. La bella modelo comenzó con un maravilloso desayuno a base de un pastel de nutella y fresas, tal y como compartió con sus seguidores, y rodeada de infinidad de ramos de flores y globos que le habían mandado sus seres queridos.
100 preguntas a Michelle Salas