La última publicación de Georgina Rodriguez no ha dejado indiferente a nadie. "Me dan ganas de bailar", ha escrito junto a esta postura de yoga que ejecuta a la perfección y a la que añade cierto movimiento con sus brazos hasta convertirla en un split. La modelo se ha dejado llevar por la nostalgia y ha revivido, por un momento, su pasado en el mundo de la danza. Georgina comenzó a bailar a los cuatro años en la escuela de Susana Ara, en Jaca, donde coincidió con el gran patinador Javier Fernández, y está titulada como docente por la Royal Academy of Dance de Londres.
"Hice ballet durante 15 años. Mi formación en la danza clásica me ha aportado valores como el amor por todas las formas de arte, el compañerismo, la disciplina y la importancia de llevar una vida sana", contó Georgina en una entrevista concedida a ¡HOLA!. "El baile debería ser parte indispensable en la vida de todas las personas. ¡Es tan completo! Te hace ejercitar el cuerpo y la mente recordando pasos, interactuar con más gente y te aporta risas y felicidad", señalizó en la citada publicación.
- De madre a hija, Georgina Rodríguez ya comparte armario con sus pequeñas
- 'No concibo mi vida sin ti': Adriana Abenia y Sergio Abad recuerdan el inicio de su noviazgo
La foto de Georgina Rodríguez ha inspirado a Adriana Abenia. "Hoy me he venido arriba y me he marcado un Georgina ????", ha dicho la presentadora junto a esta imagen en la que reproduce el mismo ejercicio. La modelo, muy sorprendida, ha reaccionado rápidamente a la publicación de la zaragozana: "Pero qué maravilla ?? ??? Me encanta", ha exclamado.
Adriana ejercita su espectacular físico tres días por semana para mantener en forma cada uno de sus músculos, logrando posturas imposibles para la mayoría de los mortales como esta. La presentadora se decantó por el deporte tras convertirse en una de las concursantes revelación del programa ¡Mira quién baila!, de Televisión Española, en 2014. De aquella época, tal y como recordó en su blog de 20 Minutos, guarda muy buenos recuerdos. "Aprendí que bailar significa tomar las riendas de tu cuerpo hasta sentir que los límites sólo están en tu cabeza", escribió. Su intención era seguir bailando, pero "las circunstancias me alejaron de mi empeño y el cuerpo que se había vuelto chicle, se puso de nuevo tieso y regresó a la rutina", contó.