Para Ona Carbonell, el agua es prácticamente su segundo hogar. La nadadora de sincronizada ha pasado a lo largo de sus treinta años de vida gran parte de su tiempo -entre ocho y diez horas diarias- sumergida en la piscina, entrenando, compitiendo y disfrutando al ver cómo gracias a su esfuerzo y constancia poco a poco iba alcanzando sus sueños. Es por eso que la deportista se ha mostrado muy emocionada al volver a reencontrarse con el mar después de varias semanas sin poder salir de casa por el confinamiento. Además, ha usado este inmejorable telón de fondo para hacerse una bonita fotografía en la que, con un biquini negro y una pamela adornada con un lazo del mismo color, presume orgullosa de silueta premamá, acariciando sonriente su barriguita. "El mar me da la vida... Por fin, salitre. Sensación de verano", ha escrito.
Ona está pletórica. No cabe duda de que está atravesando una etapa mágica en la que dentro de muy poco su felicidad se completará con el nacimiento de su primer hijo, que prefiere no decir si es niño o niña. Sea lo que sea, espera su llegada con muchas ganas. "Este verano va a ser especial, ilusionante con el esperado aumento de la familia", explicaba recientemente la deportista, quien sigue dedicando tiempo al deporte. Durante la cuarentena se ha cuidado en casa con ejercicios adaptados al embarazo, estiramientos... Además, la que fuera ganadora de la tercera edición de MasterChef Celebrity, ha puesto especial atención en la comida y se ha metido entre fogones para preparar recetas saludables en las que priman las frutas y las verduras.
Ona Carbonell presume de embarazo en una coreografía de la Selección de Natación ¡sin piscina!
En exclusiva, las primeras palabras de Ona Carbonell después de anunciar su embarazo
Para entretenerse, la deportista catalana ha encontrado un gran aliado en la lectura. Además, ha dejado volar su creatividad para seguir avanzando en un proyecto que pronto verá la luz: el tercer libro de Elena Sirena. Se trata de una colección de libros infantiles que narran la historia de una sirena que quiere ser nadadora sincronizada. Un relato con tintes autobiográficos con el que pretende inculcar ciertos valores en los más pequeños. No cabe duda de que Ona es una mujer disciplinada, constante y también muy polifacética. Además del deporte, la literatura, la cocina y las iniciativas solidarias, también saca tiempo para disfrutar de otra sus grandes pasiones, la moda. De hecho, tiene su propia colección de bañadores.
Una exitosa carrera y una vida privada discreta
La que fuera capitana de la selección española de sincronizada tiene 23 medallas de campeonatos mundiales y dos de Juegos Olímpicos. Un brillante palmarés que podría seguir aumentando. En septiembre del año pasado anunció que se retiraba temporalmente para poder estar cerca de dos familiares que atraviesan una etapa complicada en lo relativo a la salud, pero ahora que las Olimpiadas se han pospuesto para 2021, aún tiene la oportunidad de participar. Eso sí, Ona, que pronto será madre, prefiere mantenerse cauta al respecto: “Llegar a los juegos es posible, pero muy difícil. No pienso en eso, solo en el objetivo de la maternidad y luego ya veremos”.
A pesar de ser una persona muy admirada y querida, ella se mantiene fiel a su carácter discreto y prefiere mantener su vida privada lejos del foco mediático. Es por eso que son contadas las ocasiones en las que habla públicamente del hombre con el que va a dar el importante paso de formar una familia. Ona comparte su vida con Pablo Ibáñez, con el que mantiene una discreta relación desde que se conocieron hace años en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés (Barcelona). Y es que él también se dedica al deporte de élite, en su caso siendo gimnasta de la Selección Española.