Ana María Aldón ha sido una de las concursantes revelación de la última edición de Supervivientes. Su nombre sonaba, y mucho, en los medios de comunicación desde que contrajo matrimonio con José Ortega Cano, pero muy pocas veces habíamos escuchado hablar a la modista, que se ha sentado por primera vez en el plató de Sábado Deluxe para sincerarse sobre su paso por el concurso, su relación con Rocío Flores y también sobre cómo ha sobrellevado la exposición mediática durante tanto tiempo. "He tomado medicación desde el año 2014 por depresión", confesaba.
Ana María Aldón hace balance de los primeros días en casa tras una tarde de compras en familia
Su cambio de vida tras casarse con el torero, unido a las mentiras que se vertían sobre ella, hicieron que acabara por solicitar ayuda profesional para salir del hoyo. "Me hacían mucho daño. Fue un cúmulo de cosas, no solo la prensa, sino alguna más", contaba a Jorge Javier Vázquez al que dijo en tono de broma: "No había quien os aguantara". No obstante, ante la preocupación del presentador, Ana María aseguraba: "Todo eso se quedó en los Cayos" y anunciaba que había decidido abandonar la medicación después de que su paso por la isla le sirviese de cura para todos sus miedos.
Hasta ahora, la modista no se sentía con fuerzas para enfrentarse a un mundo desconocido, como el de la televisión y la prensa. "Me daba pánico", explicaba. Sin embargo, decidió participar en Supervivientes, para demostrar que no era ninguna aprovechada, como se había llegado a decir de ella, y ahora cuando siente que esa misión está cumplida, quiere dar un paso al frente. "Necesito que sepan como soy y puedan juzgar", afirmaba. Sobre las duras palabras que le dirigió su cuñada Conchi Ortega después de que revelase algunas cuestiones íntimas durante una conversación con Yiya en la isla, se reafirmaba en que no tiene "nada que perdonar" y que su relación con la familia de su marido es buena.
Su relación con Rocío Flores
Ana María también ha abordado su relación con Rocío Flores en el concurso. Su conexión familiar hizo pensar que serían grandes aliadas, pero la mujer de Ortega Cano prefería mantenerse al margen en los conflictos en los que se veía involucrada la nieta de Rocío Jurado en lugar de salir en su defensa. "Las veces que he coincidido con ella se pueden contar con los dedos de una mano", explicaba la segunda finalista del reality, que decía que su relación hasta entonces se había limitado a "bodas, bautizos y comuniones". No obstante, Rocío Flores ha sido un gran descubrimiento para ella. "Me quedo con su fortaleza mental, he flipado con ella y la fuerza que me ha dado cuando ella estaba derrumbada", decía. Sobre el distanciamiento de la joven con su madre, Ana María ha querido ser muy prudente y, aunque ha afirmado que le encantaría que se produjese un acercamiento, insistía: "No voy a hablar de Rocío Carrasco porque le tengo respeto".