No ha sido una noche fácil para Kiko Hernández y Marta López. Los dos amigos y colaboradores de Sálvame se han enfrentado a la jornada de La última cena como pareja en los fogones, provocando tensiones entre ellos y la elaboración de unos platos que no han pasado de muy flojitos tanto por parte del jurado, Begoña Rodrigo y Sergi Arola, como por parte de sus compañeros. Los dos primeras parte del menú que tenían que elaborar han consistido en un bísquet de carabineros con una nube de naranja de primero, y steak tartar con yema acompañado de cocas de aceite de segundo. Desgraciadamente, ni estéticamente ni a nivel gustativo han triunfado. Pese a que la fricción de cocinar juntos haya desembocado en algunos enfrentamientos, ambos amigos se han declarado amor eterno: "Aunque discutamos, considero a Marta como una hermana desde hace más de 18 años". Tras ver un vídeo hecho por su amiga, Kiko se ha emocionado. "Gracias por tantos años de amistad", insistía en mitad del caos de la cocina.
La audiencia tenía la opción esta noche de elegir que colaborador no sería miembro de los comensales, sino un mayordomo que serviría los platos. Antonio Montero ha sido el más votado, provocando que no haya podido degustar, para su suerte o desgracia, el menú de Kiko Hernández y Marta López. Solo ha podido comer así un bocadillo de jamón acompañado de un plátano y una botella de agua. Por si fuera poco castigo, el atuendo elegido por el programa no era el de un mayordomo, sino el de una doncella. Con su habitual buen humor, el fotógrafo ha cumplido con su cometido con una gran sonrisa durante la noche.
Marta López ha sido la más insistente con los dos cocineros con estrella Michelín, preguntándoles constantemente por trucos para el bísquet de carabineros con una nube de naranja. Tanto Sergi como Begoña han tachado el plato de pobre, incluso estéticamente. "De sabor no está mal pero, para mí gusto, lo veo muy líquido", decía Belén Esteban, que otra vez ha recibido el menú más tarde que sus compañeros por tener que estar en su casa. Kiko Matamoros, por su parte, ha calificado el plato como "notable". Su apuesta por la pareja fue tan alta que acabaría por darles la máxima puntuación de la noche. Matamoros también ha sido protagonista cuando ha introducido su cabeza en el cuenco de Chelo García-Cortés, a modo de broma.
Un steak tartar que no ha dado la talla
Si el primer plato al menos ha conseguido gustar a ciertos colaboradores, el steak tartar no ha tenido tanta suerte. "Está bastorro e insípido. Es bastante flojo... No está bueno", sentenciaba Jorge Javier Vázquez. La única que ha opinado que estaba decente ha sido María Patiño, pero reconociendo que no es una gran aficionada a este histórico plato. Peor lo ha pasado Anabel Pantoja, quien ha acusado a Kiko Hernández de haber puesto más picante en su ración a posta, abandonando el plató en señal de enfado durante unos minutos.
A falta de conocer el voto del público, que se sabrá en la última jornada, Kiko y Marta han vivido una noche de nivel bajo, aunque no muy alejados de sus compañeros. Aunque los fogones no han brillado, ambos han demostrado que su amistad está intacta, prometiéndose muchos más años de compañerismo, risas y abrazos. "Ha merecido la pena volver a hacer las noches por el vídeo y por estar con vosotros", ha sentenciado Hernández.