Triste adiós a Rosa María Sardá, la actriz que tanto nos hizo reír en el cine, el teatro y la televisión

Rosa María Sardá nos ha dicho adiós a la edad de 78 años. La veterana actriz deja como legado una magnífica trayectoria profesional en el cine, el teatro y la televisión, donde hizo reír a tantas y tantas personas que quizá estaban en la misma situación que ella estuvo los últimos años de su vida a causa de su enfermedad. Rosa María fue una gran actriz, pero ante todo una de las mayores cómicas que ha dado nuestro país gracias a su sentido del humor y su tremenda ironía.

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Actriz, humorista, presentadora y directora teatral, Rosa María Sardá Tamaro nació en Barcelona en 1941. Su familia se dedicó como ella a la actuación. Estuvo unida durante más de tres décadas al también actor Josep María Mainat, miembro del trío cómico La Trinca, con quien tuvo un hijo Pol Mainat, que siguió los pasos de su madre en la interpretación y coincidió con ella en la serie española Abuela de verano. Era la mayor de cinco hermanos Santiago, Federico, Javier y Joan, uno de ellos es el periodista Javier Sardá.

Sus inolvidables programas de televisión

Empezó su formación artística como autodidacta con un grupo de teatro para aficionados en el barrio de Horta en Barcelona. En 1962 se subió a las tablas de manera profesional para interpretar la obra Cena de matrimonios, de Alfonso Paso. Años después hizo su debut como directora con la comedia teatral Ay caray!, del dramaturgo Josep María Benet. Años después dio el gran salto a la televisión, donde alcanzó una gran popularidad gracias a programas de humor de tanto éxito como Ahí te quiero ver, entre los años 1984 y 1987, y Olé tus vídeos, emitido entre 1991 y 1993, donde además de presentar, elaborar y supervisar los guiones, dirigía e interpretaba los diferentes sketchs. Gracias a esta etapa, la actriz recibió el TP de Oro a la mejor presentadora, así como fue nominada al Fotograma de Plata a la mejor intérprete de televisión, ambos en 1984.

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Dos Goyas y una gran maestra de ceremonias

En la década de los ochenta y noventa también participó en películas como Moros y cristianos (1987), de Luis García Berlanga, El efecto mariposa, de Fernando Colomo, La duquesa roja, de Francesc Betriu, y con Fernando Trueba en La niña de tus ojos, siendo candidata al Goya a la mejor actriz de reparto, premio que ganaría en dos ocasiones por ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, de Manuel Gómez Pereira, y Sin vergüenza, de Joaquín Oristrell. Además, fue célebre como maestra de ceremonias de los premios Goya hasta en tres ocasiones, en las ediciones de 1993, 1998 y 2001, y reapareció para presentar alguno de los premios en años posteriores. En 2010 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de manos de los entonces Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia.

- Don Felipe y doña Letizia conceden a Rosa María Sardá la Medalla al Mérito en las Bellas Artes

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Sus últimos años de su carrera estuvieron más ligados al teatro, donde destacan su papel como Vivan Bearing en Wit (2004), de Margaret Edson, donde interpretó a una enferma terminal que afronta su enfermedad con todo el humor que es capaz, y en La casa de Bernarda Alba (2009), de Federico García Lorca, interpretando el papel de Poncia junto a Nuria Espert. También tuvo gran protagonismo en el cine donde participó en titulos tan reconocidos como Todo sobre mi madre (1999) de Pedro Almodóvar, Te doy mis ojos (2003) de Icíar Bollaín y Ocho apellidos catalanes (2015), de Emilio Martínez-Lázaro, donde da vida a la abuela Roser, a la que no le hace ninguna gracia que su nieto se haya comprometido con una vasca. La Reina de España, de Fernando Trueba, fue su último papel en el cine.