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Fallece a los 69 años Barbara Allen de Kwiatkowski, la musa (y socia) de Andy Warhol

Fue modelo, actriz y organizaba fiestas inolvidables en el Nueva York de Studio 54


Actualizado 9 de junio de 2020 - 22:36 CEST

Con Barbara Allen de Kwiatkowski se va un símbolo de la vida social neoyorkina de los años 70. Era modelo, actriz y musa de Andy Warhol, pero esta definición no lo hace justicia. No fue solo fuente de inspiración para el artista, también fue su socia en la revista Interview y la persona detrás de las fiestas más famosas y excéntricas de Manhattan: las que organizaba en The Factory, el estudio de arte conocido por congregar a los adalides del arte, la modernidad y la vida bohemia de la Gran Manzana. Vivió intensamente y murió sin hacer demasiado ruido. "Falleció tranquilamente mientras dormía", confirmaba su familia a Page Six sin dar más detalles sobre las causas.

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Barbara Allen y Andy Warhol en una fiesta celebrada en el MoMa de Nueva York

"Uno solo puede aspirar a ser como ella", añadían sus familiares. Su primer marido, Joseph Allen, no era demasiado consciente del potencial de la joven de 19 años con la que se casaba. Cuando compró la mitad de la revista Interview, propiedad de Warhol y puso a nombre de su esposa parte de las acciones para que estuviera entretenida, no sabía que había sentenciado de muerte su matrimonio. Años más tarde, Barbara lamentaba en una entrevista en The New York Observer que los hombres sintiesen la necesidad de dar algo que hacer a las mujeres. "Lo encuentro ridículo", decía la joven que no necesito la ayuda de su marido para despuntar dentro del equipo del pintor. No tardó en dejar a Joseph e iniciar una nueva vida en la que iba a dejar una huella imborrable en muchas de las personalidades más famosas de la época

Además de colaborar con Warhol en la revista, se encargaba de organizar las famosas fiestas en The Factory, lo que la convirtió en un icono de las interminables noches en la ciudad que nunca duerme. Cautivó a Mick Jagger, que dicen que llegó a trepar hasta su ventana, mantuvo un brevísimo romance con Warren Beatty, de un "nanosegundo", según sus palabras, y otro algo más largo con Jack Nickolson. Truman Capote o Roman Polanski también formaron parte de su grupo de amigos.

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Barbara Allen en una imagen de archivo de los años 50

En los años 70, Barbara estaba imparable. Hizo sus pinitos en el cine y además de trabajar como modelo, puso en marcha su propia agencia. Fue en esta década cuando mantuvo un romance de tres años con el fotógrafo Peter Beard, recientemente fallecido, que decía que ella tenía "las llaves del otro lado de la impresionante historia de Andy Warhol", ya que es de las pocas que ha podido ver el cuadro completo de la personalidad del artista, quien la menciona 73 veces en su autobiografía. La escritora Fran Lebowitz, que escribía en Interview, consideraba que para Warhol, su socia y colaboradora representaba "su idea de gran belleza americana", por eso era su gran musa, pero no cree que haya tenido "nada que ver en lo que Barbara era como persona. No creo que a Andy le importase".

En los años 80 conoció a Henryk de Kwiatkowski, con el que se casó en 1986. Era un veterano de guerra polaco, 31 años mayor que ella, que luchó contra los nazis y acabó emigrando a Estados Unidos, donde hizo una gran fortuna primero en el mucho de la aeronaútico y después, como propietario de varias granjas de caballos. Era piloto y su aparición en la vida de Barbara fue a lo grande: aterrizando en helicoptero en una fiesta. Estuvo a su lado hasta 2003, cuando el empresario polaco falleció de cáncer.