Quince meses después de su fallecimiento, el reparto de la herencia de Karl Lagerfeld todavía sigue sin resolverse. Los abogados tratan de desenmarañar la madeja mientras el legado del modisto aún sigue intacto. Se estima que el patrimonio del diseñador alemán, que no se casó ni tuvo hijos, ronda los 200 millones de euros. Ahora nuevas pruebas apuntan que, al contrario de lo dicho, existe un testamento "escrito de puño y letra" por Lagerfeld, registrado en Mónaco, que incluye a siete personas, según publica el medio francés Le Parisien.
Según cita el diario francés, la única persona que conocería todos los detalles del patrimonio del káiser de la moda es su abogado y contable desde hace décadas, Lucien Frydlender, que está "desaparecido". Frydlender, de 87 años, cerró su oficina en septiembre y un abogado de los herederos ha afirmado a Le Parisien que "no coopera, se niega a hablar con los legatarios y los administradores". Por el contrario, la esposa del letrado lo niega y dice que no ha huido "a una isla paradisiaca con un tesoro escondido", sino que está enfermo y confinado en su casa de París.
-Choupette, la gatita de Karl Lagerfeld que heredará parte de su fortuna
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En el último de los testamentos conocidos de quien fue director creativo de Chanel y Fendi figuran siete personas y la gata Choupette. La mascota quedó al cuidado de la gobernanta del modisto, Françoise Caçote, que también tendrá un pellizco en la herencia, en la que también figuran el ahijado de Lagerfeld, Hudson Kroenig, de 12 años, y el padre del niño, el exmodelo Brad Kroenig; su directora de comunicación durante más de 30 años, Caroline Lebar; el modelo británico Jake Davis, y sus amigos íntimos Sebastian Jondeau y Baptiste Giabiconi.
Sébastien Jondeau, de 45 años, y Baptiste Giabiconi, de 31, son ahora los que luchan por el título de favoritos del diseñador y por figurar como "el principal heredero" de la millonaria herencia del modisto alemán. Giabiconi, el más célebre de los modelos de Lagerfeld, publicó en febrero un libro sobre Lagerfeld en el que se presentaba a sí mismo como su "hijo espiritual", ya que Lagerfeld no llegó a adoptarlo como al parecer era su intención. Por su parte, Sébastien Jondeau conoció a Lagerfeld en 1997. Fue su chófer, guardaespaldas y después asistente personal y quien mejor conoció la intimidad de los últimos 20 años del modisto. Según la prensa francesa, ambos tratan de dividir a los allegados del creador para ser el principal heredero.