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Empezamos con las cintas de Hannah (Katherine Langford) en la primera temporada, una chica que se suicidaba al ser víctima de bullying, abusos y todo tipo de situaciones horribles que narraba en estas 13 grabaciones que dejaba después a sus compañeros de instituto. Tres años después, Por trece razones se ha despedido de la audiencia con un final de lo más comentado que ha dejado a sus fans alucinando. Se estrenó el viernes y los ávidos que ya han terminado de ver los últimos 10 episodios no pueden contener la sorpresa, tanto que uno de los actores de la serie, que interpreta a un personaje clave en esta cuarta edición, lleva todo el fin de semana siendo uno de los temas más comentados en las redes sociales. Avisamos: en este texto hay spoilers.
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Todas las temporadas de Por trece razones comienzan con una muerte que va desarrollándose y explicándose a medida que avanza la trama. En la primera fue Hannah, en la segunda Bryce (Justin Prentice), en la tercera Monty (Timothy Granaderos) y en esta última... Justin Foley, a quien interpreta Brandon Flynn en la ficción. Su personaje ha sido uno de los más machacados a lo largo de las temporadas puesto que empieza en una familia desestructurada, dependiendo del matón del instituto, a quien considera como un hermano, y a quien permite incluso abusar de su novia. Con el paso de los episodios se descubre que, a pesar de la cantidad de cosas malas que ha hecho, el joven que parecía el perfecto villano en la primera edición de la serie no es más que una víctima más.
Por primera vez en la ficción, no se trata de una muerte violenta. Los personajes van descubriendo qué es lo que le pasa a este joven que comienza la cuarta temporada viniendo de un mes en rehabilitación para superar sus problemas con las drogas: tiene VIH, que contrajo cuando hacía lo que fuera para conseguir dinero para pagar sus adicciones. Sus últimos días los pasa en la cama de un hospital hasta donde acuden sus amigos para despedirse de él.
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Por trece razones, producida por Selena Gomez, siempre fue una serie polémica. La representación del suicidio o de los abusos que se hizo en las primeras temporadas fue puesta en tela de juicio por el público y los expertos. También la supuesta redención del villano de la serie, que era mucho más que un abusón. No ha sido menos esta última edición de la ficción que sitúa el VIH como una enfermedad mortal y incurable como lo era en los años 80. Además, el "matar" a uno de los personajes más queridos y con un arco más completo también ha producido descontento, sumado al hecho de que era el único de los protagonistas con una sexualidad más abierta.