La edición de Supervivientes 2020 será recordada no solo por ser la más larga y extrema del concurso, sino porque tuvo una final atípica que estuvo marcada por el coronavirus. A pesar de que durante los 100 días que han estado en Honduras los participantes no han vivido de cerca las terribles consecuencias que la crisis sanitaria ha tenido en España, al volver pudieron ver con sus propios ojos algunas de las imágenes más duras de estos últimos meses en los que la pandemia se ha cobrado la vida de más de 27.000 personas en nuestro país. Además, también han tenido que seguir unas estrictas medidas de protección, por lo que los últimos días antes de la final estuvieron aislados en un exclusivo resort situado a las afueras de Madrid, donde ha tenido lugar la gran final.
Al empezar el programa, tanto Jorge Javier Vázquez como Lara Álvarez confesaron su tristeza por no poder abrazarse y estar juntos, y es que por primera vez en la historia de Supervivientes, los finalistas no pudieron acudir al plató para vivir todas las emociones junto a sus compañeros, familiares y amigos. Sin embargo, la asturiana encontró un remedio perfecto para tener al presentador un poco más cerca. "¡Pero mira que estás guapo!", aseguró Lara al descubrir una figura de cartón a su imagen y semejanza. "Calla, calla... ohhhhhh", dijo el catalán, que no podría creerse lo que estaba viendo.
- Un búnker en Honduras y un resort en España para mantenerse aislados del virus
Debido a la situación tan complicada que estamos viviendo, Jorge Javier tuvo que ceder el testigo a su compañera para que fuera la encargada de levantar el brazo del ganador, aunque él anunció su nombre desde el plató. Muy nerviosa y emocionada, la asturiana colocó a su lado a cada uno de los finalistas, Jorge Pérez y Ana María Aldón, y se preparó para protagonizar este gran momento que, hasta ahora, siempre había pertenecido al presentador del concurso. Una vez más, se cumplió la 'tradición' de Jorge Javier, que siempre sitúa al ganador en su lado derecho.
"El ganador de Supervivientes 2020 es... ¡Jorge!", gritó el conductor de Sálvame. Al escuchar su nombre, el guardia civil se quedó en shock y con una cara de asombro que demostraba que no se esperaba este desenlace. Con su eterna sonrisa, Lara Álvarez fue la primera en darle la enhorabuena y un cariñoso abrazo, antes de dar paso a sus compañeros para que pudieran felicitarle. "Te lo prometo, creo que ni trabajando he estado tan nervioso como ahora. Quiero dar mis gracias a todos mis compañeros, a amigos, gente que me llevo en el corazón. Sobre todo a todos los que han hecho esto posible, tengo una deuda eterna", fueron las primeras palabras de Jorge, tras conseguir el 81,6% de los votos. "Quiero dar las gracias a todos los que me quieren, especialmente a mi mujer que es única y a mis hijos", añadió.
Una edición llena de emociones
Como todos los años, Lara ha vivido el concurso con mucha intensidad y disfrutando de cada día al máximo. La asturiana rompió a llorar en su despedida de la isla al recordar todos los momentos que había vivido junto a los concursantes y el resto del equipo durante estos tres meses en los que han tenido muy presente todo lo que estaba sucediendo en España. "Aunque lo que más nos hubiese gustado es estar cerca de nuestra familia y de la gente que queremos, entendimos que nuestra misión era sacar esta edición adelante con el mayor entusiasmo y la mayor ilusión que teníamos dentro", confesó Lara. "Compañeros, volvemos a casa. Ha llegado el momento de luchar con ellos". Además, la popular presentadora celebró su cumpleaños con melancolía, asegurando que era el "más extraño" de su vida. "Muchas gracias a todos por vuestras felicitaciones... ¡Bienvenidos 34! Os cojo con tantas ganas", escribió en sus redes sociales.
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