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Ha sido la superviviente más emocional de la presente edición del concurso, por eso no es de extrañar que Rocío Flores no pudiera contener las lágrimas y mostrara, una noche más, sus sentimientos en la gala final de Supervivientes. Lo hacía por una buena razón, y es que hace tres días se cumplían 14 años de la muerte de su abuela, Rocío Jurado, y desde entonces el 1 de junio es una fecha marcada en rojo para la familia de 'La Más Grande'. Coincidiendo con ese triste aniversario, el programa decidía homenajear a la cantante a través de su nieta a la que le hacía entrega de dos objetos de lo más significativos.
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Rocío Flores, una inesperada concursante en la gran final de 'Supervivientes'
En primer lugar, una carta que ella no dudó en leer entre lágrimas. "Desde que se fue se llevó una parte de mí con ella", comentaba nada más terminar la misiva. Justo entonces, Rocío Flores abría el pequeño paquete que acompañaba el mensaje y descubría lo que había en su interior: una de sus fotografías favoritas con su abuela. Minutos después de este emotivo momento, se sumaba a ella Ana María Aldón, esposa de José Ortega Cano, viudo de Rocío Jurado. Las dos recordaban a la artista mientras desde plató Gloria Camila, hija de 'La Más Grande', las observaba con atención. "Este año no hemos podido hacerle el homenaje de todos los años, pero la hemos recordado igual", explicaba entonces la joven a Jorge Javier Vázquez.
No es la primera vez que la hija de Antonio David Flores se emociona durante su paso por el concurso. La vimos llorar desconsoladamente al recibir la carta personal más esperada, la de su hermano David, la persona a la que más ha echado de menos. No le importó renunciar incluso a comer alimentos calientes durante tres días. Cualquier sacrificio era poco con tal de tener noticias de una de sus personas favoritas. También se emocionó en varias ocasiones al hablar de su situación familiar. Llegó a pedirle a su madre, Rocío Carrasco, una reconciliación.
Esta semana Rocío Flores recordaba a su abuela, pero también se acordó hace poco más de un mes de felicitar a su madre, eso sí, lo hizo rota de dolor. A su progenitora, precisamente, la ha mencionado más de una vez, y casi siempre entre lágrimas. "La echo de menos", han sido algunas de las palabras que más veces ha pronunciado en la isla. Esas y las que hacían referencia a lo orgullosa que se siente de ser hija de su padre y de su madre. Así sucedió durante una de las últimas discusiones que tuvo con José Antonio Avilés.
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