Tras contar que la noche del jueves tuvo que personarse en el cuartel de la Guardia Civil para presentar una denuncia por amenazas, Isabel Rábago ha dado más detalles de este complicado episodio que afronta con entereza pero también con lógica preocupación tal y como ella misma ha recocido. La periodista ha acudido al plató de Viva la vida, donde colabora cada fin de semana, y ha compartido con sus compañeros de programa el origen de los acontecimientos. Ha dicho que todo comienza cuando un hombre se pone en contacto con ella diciendo que había sido estafado por José Antonio Avilés y le envía unos documentos que pasa directamente a los directores del programa para que investiguen el caso. Aunque ella se desvinculó de esta manera del caso, esa persona insiste, y lo hace enviándole unos emails cuyo contenido hace que recurra a las autoridades.
Rábago ha contado que mientras veía la gala de Supervivientes revisó la bandeja de entrada de su correo electrónico y leyó las palabras de este señor a la vez que le iba cambiando la cara. Ha contado también visiblemente nerviosa que al día siguiente de acudir a la Guardia Civil se encontró con un comunicado del abogado de esta persona indicándole que todo había sido fruto de un malentendido y que la única intención de su representado era hablar con ella. Sin embargo, Isabel insiste en que no se lo ha tomado de esa manera y, a pesar de la reticencia inicial, finalmente ha terminado detallando parte del contenido de los emails. "Que una persona me diga, o me contestas ahora mismo o voy a Mediaset, te vas acordar de mí el resto de tu vida, te voy a machacar la cabeza, voy a por ti... Eso no es un calentón", ha dicho.
No niega estar asustada, pero la periodista tiene claro que no quiere que esta situación cambie su rutina ni dejarse paralizar por el miedo. En este sentido, asegura que no va a dar un paso atrás. Isabel está dispuesta a llegar hasta el final, no acepta acuerdos amistosos -a pesar de que se lo han ofrecido- y quiere que sea un juez el que dicte sentencia y decida si esas palabras constituyen un delito o tan solo son un calentón. Una decisión muy aplaudida por sus amigos y compañeros, quienes han apoyado públicamente el procedimiento que ha seguido. "Has hecho lo que tenías que hacer ante serias amenazas, te has quedado corta en lo que has contado. Lo bueno es que está en manos de quien tiene que estar, así que tienes que sacar la ansiedad que esto te ha podido provocar", le ha dicho Emma García en nombre de todo el equipo.
Una experiencia anterior parecida
Esta no es la primera vez que Isabel Rábago se enfrenta a una situación parecida. La periodista gallega, que también ha estudiado la carrera de Derecho, vivió hace tiempo algo similar. Eso sí, aquella historia es distinta puesto que el origen del problema era una cuestión política y decidió solucionar todo en privado, sin necesidad recurrir a la justicia. Sin embargo, insiste en que ahora no puede darle una oportunidad al hombre que la amenaza simplemente por hacer su trabajo -ella pasa a la dirección de su programa los documentos que este señor le facilita porque le parecen raros-.Además, el perfil de esta persona que supuestamente fue estafada por José Antonio Avilés incluye antecedentes policiales y penales. Tal y como ha explicado Juan Luis Galiacho, es un hombre al que han fichado unas catorce o quince veces por delitos como estafas o corrupción de menores.