Supervivientes prepara su gran final con un sabor amargo, ya que su tradicional ceremonia de llegada de los concursantes ha tenido que ser pospuesta por la cuarentena obligatoria de la crisis del coronavirus. Los aspirantes que quedan en juego, Jorge Pérez, Hugo Sierra, Rocío Flores y Ana María Aldón, pasan sus últimas semanas de concurso en un complejo hotelero situado cerca de Madrid. Ya no pasan tanta hambre, aunque no puedan comer a su antojo. La compañía del resto de supervivientes es su única jugada frente a la soledad, ya que tan solo hablan más con Lara Álvarez y Jorge Javier Vázquez en las galas. La pasada noche fue agridulce para Jorge, ya que el guardia civil pudo reencontrarse con sus dos hijos pequeños, pero tuvo que soportar la marcha de su mejor amigo dentro del programa, Albert Barranco. Así, cumplía una racha ganadora de tres semanas, donde ha ido batiéndose en un duelo tanto con Ivana Icardi, Elena Rodríguez como con el extronista, resultando vencedor en todos los casos.
En un principio, Jorge Pérez era uno de los concursantes más desconocidos que se presentaron a este reality, donde caras populares de Mediaset como Rocío Flores o José Antonio Avilés tenían más minutos en pantalla. La fácil convivencia que el guardia civil ha ofrecido a sus compañeros le permitió pasar las siete primeras semanas de Supervivientes sin estar nominado, incluso con las tres primeras como líder. Pero en cuanto se fue estrechando el cerco, Jorge solo pudo contar con el apoyo de Elena Rodríguez y de Albert Barranco, viéndose abocado a una sucesión de nominaciones sin escapatoria. Lejos de lo que podía parecer en un principio, ha tenido un gran apoyo de la audiencia.
El emotivo reencuentro de Jorge con dos de sus hijos
El aspirante ha ofrecido un concurso blanco, alejado de polémicas. Las pocas discusiones que ha tenido tanto en palapa como en las playas de Honduras las solucionó pocos momentos después con cordialidad. La crítica que más se extiende entre sus detractores es que precisamente rehúye el conflicto, como le llegó a decir Rocío Flores. "Ya, si es que tú nunca opinas de nada", aseguró la joven, que ya forma parte de la gran final de Supervivientes. Si Ivana, Elena y Barranco fueron unos rivales complicadísimos, todos ellos con apoyo exterior y con posibilidades de ser vencedores del concurso, Jorge tiene ahora el reto más duro posible, Hugo Sierra. El uruguayo también está en racha, de hecho se ha salvado por encima de él en las últimas semanas, evitando el duelo final de expulsión.
Una de las bazas del espectacular éxito de Jorge en Supervivientes es su defensora de plató, Alicia Peña Humada, su mujer. Esta escritora se ha destapado como una gran colaboradora en los debates. Defiende con garra a su marido, pero siempre con una exquisita educación y con gran tacto. A ella se le ha podido ver emocionada en diferentes ocasiones, como cuando Jorge habló de la muerte de su abuela o en la pasada gala, cuando se reencontró con sus hijos.