"El nombre del concursante salvado por la audiencia es... ¡Jorge!", así celebraba Jorge Javier Vázquez la ceremonia de expulsión previa a la gran final de Supervivientes. Albert Barranco, uno de los aspirantes que más importancia han tenido a lo largo de los más de tres meses de concurso, se queda a las puertas de la última gala en una dolorosa noche para sus compañeros. El joven, que como él mismo dijo entró como viceverso y sale como superviviente, ha hecho gala de un saber estar y elegancia excepcional, alegrándose por su querido amigo Jorge, fundiéndose en un abrazo nada más conocer su expulsión. "Bueno, al final estoy alegre, he llegado hasta aquí. He llegado hasta el final, se ha podido ver cómo yo soy realmente. Quiero creer que he sido un buen superviviente y me llevo a personas que me han llegado al corazón y eso no se paga con dinero", decía en una conversación privada con plató, tras haberse despedido tanto de Rocío Flores, su máximo apoyo en la isla, como del resto de compañeros.
Mucho más delgado y con barba: el notable cambio físico de Albert Barranco
Barranco no ha dudado a la hora de calificarse como buen concursante, orgulloso de su paso por Cayo Paloma. "Sí, pensaba que iba a llegar tan lejos, creo que he sido un buen superviviente. No he engañado a nadie", decía, triste pero a la vez contento de su gran paso por Supervivientes. Poco después de esta noticia, el joven ha vivido un emocionante momento al reencontrarse con su madre. Con las medidas higiénicas necesarias, separados por mamparas de plástico que evitan cualquier contagio por la situación de la COVID 19.
Con lágrimas en los ojos, Barranco ha confesado que no se esperaba haber aprendido tanto de la isla. "Al no tener cerca a mis padres, al no poderles abrazar ni decirles lo que siento, creo que he tenido malos comportamientos", ha asegurado llorando mientras recibía el consuelo de su madre. "No es como dice, siempre ha sido estupendo", sentenciaba esta. Minutos antes el joven ha llegado a enterrar el hacha de guerra con Hugo Sierra, despidiéndose cariñosamente de él a pesar de sus choques en el concurso.
El reencuentro de Jorge con sus hijos
Visiblemente afectado por la expulsión de su amigo, Jorge Pérez ha tenido una noche de altas emociones. "Muchas gracias por el apoyo, pero me da mucha pena que se vaya Barranco. Para mí es el ganador y siempre lo he dicho", sentenciaba el guardia civil. Poco antes de conocer que formaba parte de los cuatro finalistas de Supervivientes 2020, el concursante ha vivido una sensación que jamás olvidará: la de ver a dos de sus hijos por primera vez en tres meses. Jorge se ha reencontrado con ellos a través de la mampara de plástico, pudiendo abrazarlos gracias a un diseño del programa a modo de guante para cada brazo. "Pero qué grandes estáis", alcanzaba a decir entre lágrimas el finalista, mientras que sus hijos lo abrazaban con amor y cariño. Desde plató, su mujer no podía parar de llorar al ver, por fin, a su familia unida de nuevo.