Contra todo pronóstico, Ana María Aldón se ha convertido en uno de los fichajes estrella de Supervivientes 2020. La mujer de José Ortega Cano aterrizó en Honduras siendo una desconocida para la inmensa mayoría de supervivientes y telespectadores, pero rápidamente se ganó el cariño de buena parte de la audiencia y de sus compañeros gracias a su fuerza, naturalidad y sentido del humor. Así pues, Gloria Camila Ortega se encontraba a miles de kilómetros, en el plató de Mediaset, para defender su concurso con uñas y dientes. Sin embargo, el papel de defensora de la mujer de su padre no ha sido nada fácil para la hija del torero, quien, en más de una ocasión, se ha mostrado muy crítica con los gestos y palabras de su 'defendida'.
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La polémica ha acompañado a la superviviente desde las primeras semanas de concurso. Ana María fue duramente criticada por no dar la cara por la nieta de su marido cuanto protagonizó duros enfrentamientos con Yiya. Rocío Flores reconoció estar decepcionada con la actitud de la diseñadora, pero no fue la única. "No estoy de acuerdo con Ana María porque la primera vez la medio entendí. Ella quería hacer su concurso y es normal que no se pelee cada vez que Rocío tenga una discusión, pero las faltas de respeto de Yiya son constantes y, además, son delante de Ana. Si estuviera en el lugar de Ana, hubiese dicho: 'Oye, Yiya, ya vale. No le vas a hablar así a Rocío'", explicaba Gloria Camila tras ver las imágenes de uno de los encontronazos de la hija de Antonio David Flores con la exconcursante de Un príncipe para tres princesas. A pesar de ser su ‘defendida’, la hija de Ortega Cano no entendía por qué Ana María estaba actuando así y se posicionó del lado de su sobrina.
Afortunadamente, cuando Rocío y Ana María volvieron a convivir en la misma isla, ambas decidieron unir fuerzas y olvidar antiguos malos entendidos. Esta 'reconciliación' alegró enormemente a Gloria Camila, quien por fin veía cómo la mujer de su padre y su sobrina llegaban a un entendimiento y se apoyaban mutuamente. Sin embargo, en los últimos coletazos del programa, la hija del torero se volvía a mostrar crítica con la diseñadora por una de sus últimas y polémicas acciones y se ponía del lado de Albert Barranco. El extronista, con quien precisamente fue relacionado la hija de Ortega Cano cuando aún mantenía una relación con Kiko Jiménez, se mostró muy molesto cuando Ana María no quiso compartir parte de su recompensa con sus compañeros. El premio era una hamburguesa XL y una enorme fuente de patatas fritas que la concursante decidió compartir solo con Rocío Flores, a la que entregó una porción no muy generosa del descomunal banquete.
"Viendo esa hamburguesa enorme y ese 'platazo' de patatas y teniendo en cuenta que tienen el estómago cerrado… Tanto no se va a comer yo lo hubiese compartido", confesaba Gloria Camila Ortega, que consideraba que Ana María no fue generosa con sus compañeros, aunque valoró el gesto que tuvo con Rocío Flores: "Ella lo ha compartido con quien creía que tenía que compartir".