La llegada de los finalistas de Supervivientes a España no ha pasado desapercibida y anoche generaba un debate durante la emisión de Tierra de nadie donde se expusieron las distintas posturas. Todo por el ataque de ansiedad que sufría Ana María Aldón al abandonar el aeropuerto de Barajas. La salida de la terminal de los robinsones fue algo impactante, especialmente para ellos, que durante los tres meses que han estado en Honduras han vivido ajenos a la realidad impuesta a nivel mundial debido a la emergencia sanitaria del COVID-19. Tener que llevar mascarillas como medida de seguridad y ser recibidos por un aluvión de medios de comunicación fue algo que les sorprendió. Y no todos se lo tomaron de la misma manera. Mientras se abrían camino empujando sus maletas, la mujer de José Ortega Cano comenzaba a llorar desconsolada y ese momento no pasaba desapercibido para nadie en el plató del programa.
Aunque en un primer momento se pensaba que los nervios le habían jugado una mala pasada, Antonio David explicaba el verdadero motivo por el que la concursante no había podido evitar echarse a llorar. "Los reporteros le han preguntado por la entrevista de su hija en Sábado Deluxe, y por eso se ha emocionado". El padre de Rocío Flores aclaraba que antes de viajar a Honduras la diseñadora de moda había dicho en su casa que no quería que nadie de su familia diera ninguna declaración. "No es la mejor forma de recibirles porque les desestabiliza", apostillaba Carlos Sobera. "Hay que tener cuidado con lo que se pregunta".
Un comentario que provocaba la respuesta de la periodista Isabel Rábago, que defendía el trabajo de sus colegas de profesión. "Los reporteros preguntan porque es su deber", explicaba. "A lo mejor no es el momento adecuado, pero el llanto desconsolado de Ana María me parece exageradísimo", continuaba de manera crítica por la reacción de la concursante. El debate seguía en plató con Antonio David Flores erigido como máximo defensor de la 'superviviente': "Está muy mal hecho porque se sabe que vienen en unas condiciones en las que no tienen información del exterior".
El nombre de Ana María Aldón es uno de los que más suena para alzarse con el premio de esta edición extrema de Supervivientes. Su paso por el concurso ha ido avanzando a pasos agigantados, y los colaboradores de Tierra de nadie destacaban la evolución que ha tenido a nivel personal a lo largo de los tres meses que ha estado en Honduras. Ha dado momentos muy divertidos, ha aprendido a nadar, es la concursante que más peces ha conseguido y no ha dudado en hablar abiertamente de lo dura que fue su infancia. Una confesión que no ha dejado indiferente a nadie.