La relación de idas y venidas entre Rocío Flores y Ana María Aldón ha sido una de las claves de Supervivientes 2020. Mientras que la hija de Antonio David Flores pensaba desde un principio que serían aliadas, la mujer de José Ortega Cano quiso medir su fuerza en solitario. Imágenes de distanciamiento, quejas públicas de la joven por no recibir su defensa en los ataques de Yiya y discusiones entre las dos provocaron una crisis tanto en Cayos Cochinos como en los platós de Madrid. El paso de la semana suavizó su relación, ya que Ana María comenzó a implicarse y a unirse mucho más a la nieta de Rocío Jurado. Las últimas semanas del programa las ha convertido en sus mejores apoyos, pero ha llegado la hora de aclarar las cuentas pendientes. Las dos han protagonizado un esperado cara a cara para valorar tanto lo peor como lo mejor del concurso, una conversación con reproches, dudas y disculpas.
Rocío Flores ha hecho gala de la sinceridad que la caracteriza para dejar las cosas muy claras, en especial sobre la decepción que sufrió con su compañera en las primeras semanas. "Yo entré en este concurso con la idea de que Ana María formaba parte de mi familia, por encima de todo, me di un chute de realidad, tú decidiste que éramos individuales y que cada uno hacía su concurso", comenzaba a decir la joven, antes de añadir que "es verdad que no he entendido en muchas ocasiones posturas que has tenido". Aldón, por su parte, ha entonado el mea culpa: "Pudiendo molestarte mucho conmigo porque no estuve a la altura, no lo hiciste".
La hija de Antonio David ha insistido en que no ha llegado a entender a Ana María. "No te guardo ninguna espina. No lo entiendo porque, aunque no seas parte de mi familia, solamente por ser la mujer de quien eres para mí lo determina todo", insistía. "Pero gracias a eso, te lo tengo que agradecer, he podido armarme un escudo y crecer, y mejorar como persona", ha admitido la concursante, en unas sinceras palabras muy aplaudidas en el plató de Supervivientes. Mientras la mujer de Ortega Cano pedía perdón, ha sido de nuevo Rocío la encargada de dar por finalizada la conversación: "No tengo nada que perdonarte, cada una es cómo es y ya está".
Momentos antes de este tenso momento, las dos concursantes han hablado de las cosas buenas entre ellas de su paso por el concurso. "Una de ella es la luz, que donde quiere que vayas contagias la alegría. Eres muy positiva. Eso nos aporta mucho cuando estamos mal, nos animas en los peores momentos", decía Ana María antes de añadir que "tendría que ser yo la que te animará a ti". Según la modista, Rocío la ha hecho mejorar como persona: "Tú me has dado mucho más que yo a ti. Yo tengo 42 años y hay lecciones que me has dado".
Solo un pequeño matiz es el que Ana María ha señalado como malo de su compañera: "Cosas malas... Eres clara, directa". Algo que la propia Rocío Flores ha señalado como una verdad, orgullosa de su carácter. "No me gustan los rodeos ni la falsedad. No le guardo rencor a nadie, siempre trato de hacerlo de la mejor manera posible", contestaba. "Esperaba un poquito más de tacto conmigo", ha sido la última frase al respecto de la modista, que ha pedido perdón en varias ocasiones. La joven, por su parte, ha querido sacar a relucir los buenos momentos que han pasado juntas: "Eres muy graciosa. Conmigo has sido muy generosa, tengo que agradecerte que, sobre todo la última etapa, hayamos estado las dos juntas equilibrando la balanza".