No han sido pocas las canciones que han surgido durante el confinamiento. La mayoría de ellas contenía un mensaje positivo cargado de ánimos para superar y afrontar la situación actual que vive la sociedad. El optimismo era, pues, el protagonista y como tal quedaba reflejado en las nuevas versiones de Resistiré o el sinfín de temas que han compuesto diferentes artistas del panorama nacional. Apenas quedaba espacio para el realismo, para la dureza. Hasta que ha llegado Juan Antonio Ipiña, más conocido como Tontxu.
Canciones para llenarte de energía y esperanza durante la cuarentena
El cantante bilbaíno puso a trabajar a las musas después de una noche de pesadillas en el ecuador de la cuarentena. Un mal sueño que derivó en 'Sancho & Panza', un single inquietante y reflexivo junto a Fran Fernández para cuyo videoclip ha contado con la colaboración del bailaor Rafael Amargo. Antes de lanzar su tema en todas las plataformas digitales -algo que sucederá el próximo 28 de mayo- y de celebrar su primer concierto tras el confinamiento el próximo 20 de junio, tanto Tontxu como Amargo han querido conversar con HOLA.com sobre temas tan variopintos como qué es lo que les quita el sueño y si ven la luz al final de tanto túnel plagado de pesadillas e incertidumbre.
Sancho & Panza es la segunda canción que compone Tontxu en pleno confinamiento. El primero, Desde mi balcón a tu salón, se creó en 48 horas. Este, en tras una noche de catastróficos sueños. Ni con este panorama difícil ante una pandemia descansáis los artistas...
TONTXU: Los artistas no sé si descansan. Yo, desde luego, como autor y compositor, no. Lo que vivo, lo que sueño... da igual, todo me inspira. El amor, la pandemia... son las consecuencias las que te llevan a estados favorables para la creación. Muchas horas de encierro en mi estudio hacen que las musas te pillen trabajando sí o sí.
Don Quijote sueña con gigantes molinos de viento. ¿Vosotros?
TONTXU: Dormido, con mil cosas. Despierto, solo con ver crecer a mis hijos con salud. Y a poder ser en un mundo mejor que trato de transmitirles.
¿Y a qué le teméis?
TONTXU: En el tema digo que no me refiero a la pandemia. Realmente lo que me preocupa es cómo las gigantes multinacionales y el poder van a aprovecharla para hacer de las suyas. Temo que los pueblos se queden vacíos antes de esta crisis, porque resulta desconcertante escuchar a personas quejarse por el hacinamiento cuando viven hacinadas desde hace décadas en ciudades. Es de locos. Hay que volver a la calidad de vida rural que ofrece nuestra península entera de arriba a abajo. Antes no, pero ahora tenemos carreteras y movilidad de sobra para ello. Y algunos, teletrabajo.
RAFAEL AMARGO: A mí me da muchísimo miedo la gente intensa. Mi padre me dijo una vez 'hijo, búscate la vida, lucha, quédate en tu sitio y no seas dos cosas, ni mala persona ni un pesado. Lo primero no resuelve nada y lo segundo te da tantos problemas que incluso puede hacerte apartarte de los demás. Con lo cual, sé coherente, con sentido común, aportando, y si no apartando'. Y una de las grandes preocupaciones que tengo ahora mismo es la educación que tengo que dar a mis hijos. Es una responsabilidad enorme. Ahora ya están en una edad que los consejos que hay que darles ni les interesan. Entonces todo evidentemente se convierte en una gran preocupación porque no hay nada más exigente o realmente necesario como la educación de los hijos.
El nuevo tema está alejado del idealismo. ¿Creéis que nos hemos cansado de temas buenrrollistas que invitan a pensar que todo saldrá bien?
La cultura está siendo uno de los sectores más afectados por la crisis. ¿Pensáis en reinventaros en los próximos meses?
TONTXU: En cuanto el protocolo de la desescalada lo permita... ¡a la carretera a cantar donde sea! Hasta en la calle si hace falta. Miles de personas me dicen que les he puesto banda sonora a sus vidas y no pienso dejar de hacerlo. Me debo a ellos.
RAFAEL AMARGO: Yo tengo el montaje de Yerma, una versión libre adaptación de García Lorca solamente de tres actores y tres músicos muy interesante, de la que haremos gira. Además estaré, Dios mediante, en Oriente Medio trabajando como actor protagonista para Mohanlal, que para mí es el Dios del cine de Oriente Medio. Ahora está viviendo en el sur de India, en Kerala, y me alegro mucho de que por medio de esta entrevista podamos estar aún más cerca. En la película hago de Vasco de Gama. Como sabes, para las personas que tienen una carrera muy hecha en cualquier lugar, cambiar de repente a otro... España para eso no está preparada. Sin embargo en América sí. Te dicen 'you wanna do it, got it' y te dan la oportunidad de equivocarte. A cambio aquí hay más cariño y contacto.
¿Qué otras colaboraciones tenéis en mente?
TONTXU: Cualquier amigo con talento. Joan Tena y yo estamos en contacto familiar, pero tenemos que hacer algo juntos. Le adoro.
RAFAEL AMARGO: Además de esta colaboración con Tontxu, que me encantaría poder haberla hecho sobre un escenario en directo, yo soy un artista inquieto y me gustan mucho las artes escénicas y plásticas. Ahora con Jordi, un artista catalán afincado en Marbella, vamos a hacer una colección de piezas grandes, de dos metros y medio por un metro, que estrenaríamos aquí en Madrid y seguidamente en más ciudades de las más amadas por mí, como por ejemplo Tokio, París o Ciudad del Cabo.
¿El confinamiento ha hecho que hayáis explorado otras facetas o 'hobbies'?
TONTXU: Hago colgantes con piedras preciosas y trabajo el barro con torno... ahora estoy aprendiendo a esmaltar. Necesitaba oración 'tangible' después de años componiendo canciones. Alterno por temporadas.
RAFAEL AMARGO: A mí estos meses me han bastado par mucho o para poco. En mí el exceso y el infinito son dos medidas que controlo a tiempos distintos. En mi caso ha sido en Madrid con Luciaba Bongianino, actriz de mi compañía y gran amiga. Hemos estado bastante tranquilos, como se debía estar, pero pensando y trabajando desde la quietud, la paciencia, pagando un poco nuestra penitencia. Y, además, colaborando en videoclips. El de mi amigo Tontxu, por cierto, es diferente a todos los que se han hecho con esta temática del virus. Pero prácticamente no he descubierto ningún hobbie. Sí quizá la lectura, que hacía muchísimo tiempo que la tenía parada, la he reactivado y he leído bastante.
Nueva normalidad. Ese concepto que ahora escuchamos tanto tras este paréntesis confinados en casa. ¿Creéis que nos depara una sociedad mejor?
TONTXU: Yo no he cambiado mi forma de pensar. Pero será (muy a mi pesar y desgraciadamente) un 'sálvese quien pueda' sin precedentes. Es la tendencia. En mi casa y la de quien haya llegado al final de esta entrevista, todo lo contrario. Recuperar valores, tradiciones y lecturas que habíamos olvidado y por eso estamos a punto de repetir errores.