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Ha sido uno de los grandes protagonistas de la última edición de Supervivientes. A pesar de que se ha quedado a las puertas de la final, José Antonio Avilés ha protagonizado infinidad de momentos en la isla, donde ha hecho amigos y ha vivido numerosas peleas desde el inicio del reality. Pero ahora que su convivencia ha acabado, al comentarista televisivo le toca regresar a la realidad y hacer frente a todos los frentes abiertos que tiene en nuestro país, donde aterrizaba la noche de este viernes. Tras dormir en un hotel de Madrid ha cogido un tren con destino Almodóvar del Río, su pueblo natal. Un trayecto en el que ha estado acompañado por una reportera del programa en el que habitualmente colabora, Viva la vida, donde ha concedido su primera entrevista tras volver de Honduras.
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Asimilando las nuevas medidas con las que se ha encontrado a causa de la pandemia global como el uso de mascarillas, guantes o el distanciamiento social, José Antonio ha reconocido nada más sentarse en el tren que tenía muchas ganas de reencontrarse con los suyos. "Quiero estar tranquilo, ver a mi familia, analizar y ver todo lo que se ha dicho y empezar de cero, que es muy importante. Para eso hay que destruir las mentiras que había. No me escudo en nada. Voy haciendo las cosas progresivamente, estoy solucionando mis problemas, estoy solucionando mis pagos, haciendo las cosas...", ha comenzado a decir. Además, reconoce que su intención es ponerse en manos de profesionales el tiempo que sea necesario para cambiar las cosa que no le hacen bien. "Entono el mea culpa, pido disculpas y quiero destruir las mentiras para construir una verdad", ha explicado.
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A lo largo de estos tres meses que ha pasado en los Cayos Cochinos, Avilés no solo ha tenido tiempo de hacer pruebas, retarse a sí mismo, vivir momentos inolvidables y conocer a sus compañeros, sino que también ha aprendido a autoanalizarse y poner en una balanza las cosas que deben desaparecer a partir de ahora de su vida como las mentiras. "Al principio pensé que había pagado un peaje muy caro por ir allí, pero después me alegra pro la experiencia que vives y lo que maduras. Ese aprendizaje me ha venido muy bien para enfrentarme a lo que había en España. Sé que no reconocéis al José Antonio que estáis viendo, pero de verdad, es un concurso que te enseña mucho. Te enseña incluso a escucharte", ha comentado.
El recibimiento de su familia
En la estación de tren le esperaban con emoción e inquietud sus padres, que también han hablado para Mediaset. "Espero encontrarme a un José Antonio arrepentido pero con mucho ánimo. Lo primero que le voy a decir es que lo quiero mucho", decía su padre, quien aguardaba en el coche para ir a casa, descansar y poder reunirse con esos familiares que tanto le han apoyado durante el concurso. Su madre, muy nerviosa aseguraba que no le han preparado ninguna sorpresa por la situación excepcional que vivimos. Carmen confesaba, además, que su deseo es que toda la polémica en la que se ha visto envuelto su hijo acabe a la mayor brevedad posible. Eso sí, aunque ella misma ha sido víctima de algunas de las mentiras del colaborador, quien ha pedido perdón en sus últimos días en Honduras. "La vida de uno le corresponde a uno, los demás podemos ayudarlo, aconsejarlo... pero hablar por él, no. Para mí, las disculpas están de más entre una madre y un hijo. Podemos hablar y cambiar impresiones, pero solo quiero que pueda reconducir su vida, con eso estoy más que agradecida", confesaba.
